No obstante los esfuerzos e interés de la industria automotriz por acelerar la producción de vehículos híbridos y completamente eléctricos, México carece de una política de electromovilidad por lo que urge que el nuevo Gobierno se enfoque a concretar un plan tan pronto asuma.
Así lo señalaron especialistas en el panel “Mitos y Realidad de la Electromovilidad en México: Un panorama a nivel País”, organizado en el marco del International Mobility of the Future Summit 2024 (IMOF), que inició en Monterrey.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) fue más directa al afirmar que el actual sexenio se caracterizó por favorecer la contaminación al permitir la importación de vehículos chatarra en lugar de incentivar la compra de autos y camiones eléctricos.
Como ejemplo expuso que en los últimos tres años en México los distribuidores sólo han vendido unos 180 mil vehículos ecológicos, que contrasta con los 3.1 millones de autos chatarra, aquellos con más de 20 años de antigüedad.
Guillermo Rosales, de la AMDA, descartó que el precio de los autos eléctricos sea un impedimento para adquirirlos, pues hay unidades nuevas que llegan a costar hasta 30 mil pesos menos respecto uno de combustión interna.
“No ha habido una estrategia de electromovilidad, lo que ha existido son esfuerzos aislados por parte de la industria automotriz, de las empresas y grandes corporaciones que requieren modificar su matriz de consumo de energéticos en sus flotillas; son esfuerzos aislados sin el acompañamiento de políticas públicas.
“El Gobierno actual no sólo no mostró interés en descarbonizar la movilidad, sino que propició el envejecimiento del parque vehicular y la expansión de la contaminación arrojada por los vehículos chatarra.
“La Presidenta electa tiene un antecedente académico de experiencia profesional y también de ejecución al frente del Gobierno de la Ciudad de México que promueve la electrificación del transporte y lo vemos como una oportunidad. Es urgente tener una política que incentive al consumidor a la adquisición de vehículos eléctricos e híbridos”.
Francisco González Díaz, de la Industria Nacional de Autopartes (INA), y Shirley Wagner, de Electro Movilidad Asociación México (EMA), coincidieron en lo anterior y añadieron que la falta de centrales de recarga son uno de los principales retos que frena el desarrollo del mercado de este tipo de vehículos en el País.
La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact) y la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de Información (Canieti), destacaron la necesidad de que el Gobierno otorgue incentivos para la compra de vehículos ecológicos.
“De los 1.6 millones de vehículos de carga y pasaje con placas federales y estatales que transitan en el País, sólo hay 400 vehículos eléctricos y la principal causa es porque tenemos cero electrolineras públicas, no hay dónde cargar un vehículo pesado en carreteras federales ni estatales”, sostuvo Alejando Osorio, de la Anpact.
“Por eso urge definir una política nacional que incluya la generación y suministro de energía eléctrica sustentable”.
En el panel surgieron propuestas de incentivos para ayudar a la conformación de una política de electromovilidad, entre ellas otorgar una tasa cero de IVA y una deducción inmediata al 100 por ciento del ISR a quienes adquieran vehículos eléctricos.
También se propusieron estímulos similares para la instalación de paneles, con el fin de generar energía limpia para los vehículos eléctricos que adquieran familias y empresas.
Por su parte, Stéphanie Allard-Gomez, delegada general de Quebec, provincia de Canadá, en el País, consideró que México, Estados Unidos y Canadá deberían pensar en armonizar las políticas para impulsar al sector de electromovilidad en Norteamérica.
Ello, sostuvo, debido a que es un tema prioritario en la agenda de los tres países para la revisión en el 2026 del T-MEC.
Explicó que la electromovilidad está vinculada con el sector del medio ambiente, que forma parte del acuerdo y que cada vez toma mayor relevancia en el mundo.
“Tenemos que pensar en políticas públicas norteamericanas que vengan a favorecer la armonización de la implementación de la electromovilidad en nuestro Continente.
“Que sea, por ejemplo, toda la infraestructura de recarga, también necesitamos cierta armonización en todas las leyes y políticas públicas para realmente fortalecer de manera óptima la competitividad que tenemos en el Continente”.
Añadió que este sector también está vinculado con el de las tecnologías limpias del medio ambiente, que cada vez toma mayor relevancia en el mundo.
Por ejemplo, refirió que en Quebec desde hace 12 años es prioridad gubernamental la electrificación del transporte público, con la meta de que para el 2030 ya todo deberá operar bajo esa modalidad y para el 2035 quedará prohibida la venta de vehículos nuevos de combustión, por ello de la importancia de trabajar en conjunto en este corredor de industria trilateral.