Tras la localización de una cabeza en San Juan del Río , Santiago Nieto Castillo, refirió que, la situación en materia de seguridad en el municipio de las palomas es crítica y requiere una respuesta contundente y coordinada entre autoridades federales y locales. Ya que la ciudadanía demanda seguridad y paz, “es imperativo que las autoridades actúen con responsabilidad y transparencia para enfrentar la creciente amenaza de la delincuencia organizada”.
Precisó que, la descomposición social y la constante presencia del crimen organizado en el estado de Hidalgo han sido tema de discusión recurrente entre las autoridades y la ciudadanía. “Recientemente, se han revelado detalles alarmantes sobre la actividad delictiva en la región, especialmente en torno al ducto que va de Tula-Salamanca, atravesando San Juan del Río y Pedro Escobedo”.
Recordó que, desde que estuvo como encargado de llevar carpetas de investigación en Hidalgo y trabajo con la Secretaría General de la República y la SEDENA, “fue evidente que este ducto está siendo perforado constantemente por varios grupos delictivos. Uno de los grupos más notorios es el cartel de Palmillas, además de la evidente presencia de la delincuencia organizada en San Juan del Río y Pedro Escobedo. Estos hechos son conocidos por todos, incluida la complacencia de las autoridades, particularmente municipales”.
Nieto Castillo, comentó que, en una reunión sostenida con Alejandro Echeverría, se discutió la problemática del “huachicol”. Su posición fue que se trataba de una competencia federal, no local. Aunque reconoció que el robo de combustible es un delito federal; sin embargo, gestionado por la Secretaría General de la República, este delito está asociado a otros crímenes como el narcomenudeo, la extorsión, el secuestro y el homicidio, los cuales caen bajo la jurisdicción local.
“Es esencial que la fiscalía realice su trabajo y lleve a cabo procesos de investigación efectivos para que la ciudadanía pueda vivir de manera tranquila y en paz. Actualmente, estamos presenciando un proceso de descomposición que ha resultado en un aumento de hallazgos macabros, gracias en parte al arduo trabajo de los colectivos de búsqueda de personas, quienes han descubierto múltiples fosas clandestinas. Un caso particularmente perturbador es el reciente descubrimiento en La Llave, donde se encontró un cadáver vinculado a grupos de delincuencia organizada”.
Para finalizar, Santiago Nieto, mencionó que, es imperativo un diagnóstico claro “y, sobre todo, hablar con la verdad. Cuando se me preguntó si considero que existe delincuencia organizada en San Juan del Río, mi respuesta fue clara: no es una cuestión de opinión, los hechos hablan por sí solos”.