Al advertir el crecimiento exponencial de los delitos de alto impacto en Querétaro y la urgencia de poner orden a la delincuencia que ya no respeta ni a la autoridad, el penalista Ricardo Cárdenas Gracia, líder de los ex presidentes del Colegio de Abogados Litigantes, demandó resultados de excelencia para mantener la seguridad en el estado.
Entrevistado por el periódico PLAZA DE ARMAS en el marco del Día del Abogado que se celebra hoy, el también ex dirigente de la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México, observó el aumento de los crímenes a pesar de la importante inversión realizada por el gobierno local para elevar los indicadores de justicia y del impresionante desarrollo económico y tecnológico de la entidad.
Cárdenas Gracia, egresado de la Facultad de Derecho de la UAQ, con 33 años de ejercicio profesional y cinco de pasante, expresó su preocupación sobre el posible desbordamiento del crimen y exigió justicia en el homicidio de su colega Alfredo González Rivas, ex presidente de los Abogados Litigantes de Querétaro, el primero asesinado a medio siglo de la fundación del colegio.
En lo referente al ejercicio profesional, señaló la falta de certificación de los profesionales de la abogacía -más de siete mil, según los registros del Poder Judicial- para controlar su desempeño, como ocurre con las demás profesiones y ante el crecimiento exponencial de egresados de más de 50 escuelas de derecho en la entidad.
Calificó como un privilegio el representar los intereses de un particular ante los tribunales con todo el conocimiento científico y ético, de mucho compromiso moral no solamente jurídico, que debe verse con alto sentido de responsabilidad.
El abogado litigante, consideró Ricardo Cárdenas, palpa día a día la condición social de una ciudad, estado o país. “Por nuestras manos pasan infinidad de problemas, desde las cuestiones más justas a las más tristes y difíciles de aceptar, como son todas las conductas ilícitas, que desgraciadamente es el tema central en estos momentos”.
Recordó que la celebración del Día del Abogado, que se remonta a los tiempos de la Colonia, fue decretada oficialmente en el México moderno por el presidente Adolfo López Mateos en 1960, a iniciativa del periodista Federico Bracamontes, director del Diario de México. Eso dio origen a la formación de barras y colegios en todo el país.
Los abogados, apuntó, “representamos los interés de la sociedad ante el estado y los tribunales, de ahí la importancia de la certificación profesional” para garantía de los justiciables, por lo que los estándares de colegiación deben estar presentes en una ley de profesiones, más allá de los derechos de la libre asociación.
Es fundamental que un colegio o autoridad certifique cada año o dos años la actualización, porque la colegiación ha perdido el rumbo, debiendo ser un filtro profesional para trabajar, a nivel nacional y local, como en el caso de los médicos, los ingenieros, los peritos y otros especialistas.
En opinión de Cárdenas Gracia el Colegio de Abogados Litigantes que presidió debe hacer el señalamiento directo al estado de lo que hace falta en materia de seguridad y de procuración y administración de justicia, así como en todos los temas de carácter social y político.
“La función del abogado es universal en el sistema social; participar conoce de todos los asuntos, el lado oscuro de la luna, a través de los temas familiares, mercantiles, laborales, penales, ecológicos y otras materias inimaginables. También tenemos el privilegio de defender a los grupos más vulnerables y débiles, como a los privilegiados”.
En ese sentido, pueden observar cómo funciona el sistema de justicia y reconoció la relevante participación de las mujeres como fiscales, magistradas, juezas y secretarias o en tribunales laborales.
Finalmente sentenció Cárdenas que todos los abogados deben estar colegiados para ofrecer a la sociedad confianza y profesionalismo y la autoridad frenar a la delincuencia, por el crecimiento de delitos de alto impacto que pueden generar un caos y crear un problema de seguridad muy serio en Querétaro, estado con altos índices de prosperidad económica y liderazgo en importantes rubos tecnológicos.