Las calles del Centro Histórico se pintaron de verde y morado y este año, el miedo de alzar la voz desapareció. Cerca de 20 mil mujeres tomaron valor para mostrar su fuerza y valentía marcando que por primera vez en el estado, se congregó esta cifra de mujeres para luchar por una misma causa, la de la violencia de género.
Más del 50 por ciento de quienes hicieron presencia en la marcha, acudían por primera vez a una convocatoria por el 8M, y todas ellas se llevaron un cobijo que en sus palabras, es una experiencia que jamás van a volver a sentir, tal como tener a una mujer a tu lado que sin conocerte, te extiende su mano y te arrope en lucha, que te haga saber que no estás sola y que siempre tendrás a una compañera que te diga “yo si te creo”.
Frida Vázquez es un ejemplo de la valentía que ser mujer significa “hoy marcho porque mis papás no me creyeron (…) venía sola porque mi familia no me quiso acompañar y aquí, encontré apapacho y a muchas mujeres que gritaron junto a mi sin siquiera conocerme”.
Ser mujer -de la edad que sea- representa firmeza, ser valiente y como dirían coloquialmente, tener valor y no echarse para atrás. En este día, todas marcharon hacia adelante en busca de la defensa de sus derechos humanos y que estos dejen de ser violentados Alessandra Martínez indicó que esta lucha no se trata de que sea solo en esta fecha, sino diario “lucho para que los hombres y las mujeres tengamos las mismas oportunidades y que no me hagan menos por el simple hecho de nacer mujer, lucho para que no sea una más de las estadísticas y lucho para que las futuras generaciones no tengan que pasar por lo mismo por lo que hemos pasado a lo largo de los años”.
La hermandad, creció y este año no solo incrementó la cifra de mujeres, también por primera vez se sumó a las filas un contingente de mujeres con discapacidad; Mónica Perrusquía, quien formó parte de él, comentó que hoy caminar por las principales calles no fue un reto, puesto que todo el tiempo estuvieron cobijadas y ayudadas de más mujeres “hoy dejamos de ser las hermanas olvidadas del feminismo”.
Al finalizar la marcha en Plaza Constitución, la unión entre mujeres se visibilizó aún más; entre abrazos, cantos, gritos de lucha y consignas el performance reunió a las que por ti, por ella y por todas ayer tomaron las calles de Querétaro para exigir un alto, un ¡Basta ya! de la violencia contra la mujer. Saber que hay mujeres que resisten y existen y que el miedo se transforma en lucha, será el motor para que todas ellas cumplan su misión.
En esta convocatoria, la presencia del bloque negro fue menor a la de años anteriores, y, aunque la iconoclasia se visibilizó, los daños fueron menores.