Erika P. Bucio
Celebran los 250 años de Jane Austen con el lanzamiento de una biografía gráfica. La autora británica vuelve a los estantes a todo color; un gozo para los austenitas.
A las numerosas adaptaciones en películas y series de las novelas de Jane Austen (1775-1817) se suma ahora una biografía gráfica: La vida novelesca de Jane Austen, centrada en sus días como escritora, desde sus primeros textos hasta su fama póstuma.
Se trata de un formato atractivo no sólo para los apasionados seguidores de la autora británica, los llamados austenitas o janeitas —una disputa aún irresuelta—, que hoy celebran los 250 años de su nacimiento, sino también para sus potenciales lectores.
Con un sólido respaldo académico y fidelidad a los hechos biográficos, Janine Barchas escribió los textos de la novela gráfica, ilustrada por Isabel Greenberg. Gran parte de los diálogos fueron extraídos de sus novelas y de las cartas que se conservan, las pocas que no fueron quemadas.
“Cuando empecé a traducir esta novela gráfica, no tardé ni tres páginas en darme cuenta de que estaba llena de referencias, pero llena a rebosar. De cada cinco viñetas, a lo mejor te encuentras una referencia o bien un diálogo de alguna novela de Jane Austen, o bien un fragmento de su diario”, cuenta en entrevista telefónica desde Madrid la traductora al español, Isabel Márquez Méndez.
Hasta el más devoto austenita tendrá dificultades para identificar todas y cada una de las referencias incluidas por Barchas, una autoridad en la obra de la autora. Para facilitar la tarea, decidió incluir un glosario en el que explica dichas alusiones, en lugar de atiborrar las páginas con notas a pie.
Márquez Méndez se aseguró de trabajar con fuentes primarias y con las traducciones publicadas por sellos independientes españoles en el caso de las frases y diálogos de las novelas. En las cartas, cuando fue necesario realizar algún ajuste, lo indicó en el glosario, apegándose al criterio empleado por Barchas.
“Janine es una de las mayores expertas en Austen del mundo y eso se nota incluso en la biografía, porque normalmente no es un formato en el que puedas hacer una gran demostración de conocimientos. Ella escribe gran parte del cómic a base de referencias, y eso a un buen austenita le encanta”, agrega.
Ambientada en la Inglaterra de la Regencia, cuando el príncipe Jorge —futuro Jorge IV— actuó como regente de su padre, Jorge III, incapacitado para gobernar, el glosario resulta particularmente útil para que el lector moderno comprenda los términos y usos de la época.
El libro divide la vida de Austen en tres partes. Comienza con “Escritora en ciernes”, que representa el nacimiento de su vocación, y continúa con “Artista en apuros”, cuando ya escribe, pero aún no obtiene los resultados deseados.
“Esta fase también se caracteriza por dificultades económicas y por la decisión de Jane de no casarse, lo que se presenta en la biografía gráfica como una elección consciente para evitar depender de un hombre y las cargas del matrimonio, aunque eso implicara no tener tranquilidad económica”, señala Márquez Méndez, también editora en Impedimenta, sello que publica la obra.
La tercera parte, en cambio, retrata un periodo de mayor serenidad: sus obras están siendo publicadas y leídas, y comienza a ver los frutos de su trabajo, lo que le permite dedicarse a la escritura con menos preocupaciones.
Como ilustradora, Greenberg eligió para la mayoría de las escenas una tenue paleta de colores —amarillo, azul y gris— que refleja lo que Barchas califica como la “silenciosa cotidianidad” de la vida de la autora de Orgullo y prejuicio y Sensatez y sentimientos, en contraste con el estallido cromático cuando la novelista imagina o escribe.
Barchas entregó a Greenberg un compendio de información que ayudara a construir ese mundo: desde cómo lucía Bath en la época, ciudad a la que se mudó con su familia en 1801 tras dejar Steventon, hasta Chawton, en 1809, donde escribió sus novelas más famosas, pasando por detalles del mobiliario, como las camas gemelas en las que dormían Jane y su hermana Cassandra.
“Se lee como un libro de Jane Austen”, asegura la traductora. “El uso constante de fragmentos de sus obras y de sus cartas crea ese ambiente tan particular de sus novelas, que te sitúa en un momento histórico concreto en el que casi te quieres quedar a vivir. Eso lo consigue Janine totalmente”.
Un ejemplo es el capítulo 4, ambientado en Bath, un periodo relevante y a la vez triste: su prometido ha muerto y sufre su primer rechazo editorial. No obstante, apunta Márquez Méndez, esa etapa forjó el carácter de la autora, una joven “obstinada y testaruda”, como aparece en la ilustración de la portada, de pie, con vestido imperio, flequillo característico, una pluma en la mano izquierda y un papel en blanco en la derecha.
Es también en Bath donde asiste a las fiestas de las clases altas que luego aparecerán en sus novelas, se rodea de personas influyentes y establece sus primeros contactos. Sus obras contienen agudas observaciones sobre la sociedad de su tiempo.
Cada lugar detona una historia. “Aunque nada es inventado”, aclara la traductora. El trazo de Greenberg refleja además la transformación física de Austen: al inicio se le ve joven; en la segunda parte aparecen arrugas leves bajo los ojos, y en la tercera usa lentes y muestra señales más marcadas del paso del tiempo.
En los últimos capítulos se insinúa su deterioro físico. La erupción del volcán Tambora provocó el llamado “año sin verano”, en 1816, un periodo de oscuridad en el hemisferio norte. Por ello, en el tramo final de la vida de Austen, fallecida el 18 de julio de 1817, las viñetas exteriores aparecen como si fuera de noche, con ella sentada en un sillón, mirando por la ventana, casi como una anciana.
Pero el libro va más allá de la muerte de la escritora. Así como al inicio la Jane adolescente visita con su hermano Frank una exposición sobre William Shakespeare, al final los janeitas peregrinan a su casa en Chawton, donde escribió, revisó y publicó, entre otras obras, Sensatez y sentimiento, Orgullo y prejuicio, Mansfield Park, Emma, La abadía de Northanger y Persuasión.
Ninguna apareció originalmente con su nombre: todas llevaban la firma “Por una Dama”.
