El título anterior proviene de un libro magnífico: “Antología del humor negro”, de André Bretón. Se le debe a Lichtemberg y es la más acabada definición del objeto, muchos años antes del manifiesto surrealista, no obstante haber sido pronunciada casi siglo y medio antes.
Lichtemberg, como es sabido, no conoció México. Uno de sus discípulos; Alexander von Humboldt, sí, y su definición absurda bien podría ser la mejor forma de explicar la vida mexicana de estos días en los cuales se prueban otros dichos surrealistas, algunos de los cuales iré reproduciendo con la ayuda de cursivas negras, sin abordar –es imposible— esa cumbre hasta para el surrealismo mediante la cual es posible rifar un avión sin avión.
Como el cuchillo de Lichtemberg.
Pero hay otras cosas, por ejemplo, como cuando el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, secretario ahora de Educación y hombre de convicciones firmes (en el periodo neoliberal fue secretario Gobernación y Desarrollo Social), habla de reiniciar un ciclo escolar, sin escuela y nos prueba claramente cómo “se puede caminar sin cabeza”; es decir, como gallina decapitada.
Con una poca de claridad podía haber explicado una reanudación del ciclo educativo (no escolar sin planteles), así le haya atribuido a las pantallas de cristal de la TV, posibilidades pedagógicas ajenas a su naturaleza y cobertura, tan fuera de alcance como la internet sin energía eléctrica en rancherías y comunidades apartadas, distantes de la mano de dios.
Pero en fin, “…he visto un buzón en un cementerio”.
Otra de las maravillas de nuestra condición presente es la relacionada con la epidemia cuya propagación asuela al mundo.
Hace varios meses, en medio de la incontinente verborrea a la cual lo compelen sus cotidianas conferencias de prensa –mera contabilidad de muertes y contagios– poco a poco se van inventando –o descubriendo–, los villanos patronos de la catástrofe y causantes de tan abundante mortandad.
Ahora, feliz y poderoso, el doctor Hugo López Gatell (“Gatinflas”) nos confirma el escenario catastrófico cuyo arribo no pudo evitar, sino hacer posible.
O como dijo otro surrealista, Jacques Rigaut, “la vida no merece la pena que nos tomemos el trabajo de abandonarla”.Para algunos epidemiólogos, tampoco de conservarla.
En el caso inicial de estas líneas, la cuestión educativa, la escuela sin escuela –como la cerveza sin alcohol, el tabaco sin nicotina o la leche deslactosada; la culpa sin pecado, el adulterio sin matrimonio, el incesto sin familiares y etc, etc.–, hay algunos elementos realmente humorísticos, negramente jocosos en las palabras del señor Moctezuma.
Esto es para desternillarse, mientras el fantasma de Raúl Velasco viene de ultratumba para anunciarnos “México, magia y encuentro”:
“…Queremos una sociedad con valores; niñas y niños incorruptibles que amen profundamente a México. Para ello, también hay un programa diario, Aprendiendo a amar a México, con contenidos de cada uno de los estados de la República…”
Doscientos y tantos años de vida del México independiente y apenas ahora se nos ocurre aspirar a niños incorruptibles “que amen profundamente a México”, gracias a la TV, de lo cual se deduce el corrupto destino (¿desatino?) de quienes no aman a la patria o el fervor nacional como vacuna contra la transa cuya presencia al pueblo cansa.
Y todo en un solo ciclo tele educativo.
Pero esto es de carcajada mayor:
“…Quizá otros países (donde fue cancelado el ciclo educativo)no cuenten con el compromiso del magisterio mexicano; quizás otros países no posean el tamaño del corazón de madres y padres como los nuestros (¿tendrán megalocardia?); quizá nuestras niñas, niños y jóvenes deseen aprender más que nadie en el mundo; quizá otros países no posean un gobierno tan cercano con su pueblo o quizá sea todo esto junto… ”
Y como cereza en la bacinica, el secretario les recomienda a los estudiantes, ser más curiosos y críticos; tener hambre de conocimiento (aunque tengan de la otra) y fe y fuerza para saber que pueden ser mejores”.
Solo le faltó salir con aquella mamila de “la mejor versión de sí mismos… como libro de autoayuda.
Mientras tanto en otros lugares también se buscan opciones, como ha dicho la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, quien busca opciones de educación presencial, sin abandonar los recursos educativos a distancia.
“La contingencia sanitaria nos obliga a que este nuevo ciclo escolar se inicie a distancia, pero nos hemos preparado para mantenernos cerca. Hemos dispuesto acciones para que quienes cursan la secundaria, tengan métodos alternativos de educación presencial”, dijo.