Rusia afirmó que las autoridades de Ucrania pueden normalizar la situación y evitar el sufrimiento de la población civil si acceden a cumplir las exigencias de Moscú, mientras que el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, instó a Ucrania a negociar un arreglo con Rusia porque, en caso contrario, será totalmente destruida.
“El Gobierno de Ucrania tiene todas las posibilidades de llevar la situación a un cauce normal, de arreglar la situación de modo que se cumplan las demandas de la parte rusa y poner fin, por tanto a los todos los posibles sufrimientos de la población civil”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Con esa palabras Peskov contestó a la pregunta de como se correspondían los ataques rusos con misiles de las últimas semanas que han dejado sin luz, calefacción y agua a gran parte de los ucranianos con las declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre la necesidad de evitar sufrimientos a la población civil.
Subrayó que la «operación militar especial» en Ucrania tiene sus objetivos y estos se están cumpliendo.
Las declaraciones de Bielorrusia fueron difundidas por el canal de Telegram Pul Pervogo, que se atribuye al servicio de prensa de Lukashenko. “Hay que parar, hay que poner fin a esto, porque lo que seguirá será la destrucción total de Ucrania”, dijo el mandatario bielorruso a un grupo de periodistas rusos en los márgenes de la cumbre de la postsoviética Organización de Tratado de Seguridad Colectiva, celebrada en Ereván.
El Ejército de Ucrania, por su parte, cree que Rusia está preparando de forma inminente un “acto de provocación” en territorio bielorruso para involucrar a este país en la guerra, informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas.
“Los servicios secretos de la Federación Rusa están preparando una provocación en territorio (bielorruso)”, señaló el mando militar en un video-comunicado publicado en Facebook y recogido por el medio Ukrainska Pravda.
Los rusos “pueden apuntar a instalaciones de infraestructura crítica, incluida la planta de energía nuclear de Ostrovets”, ubicada en el noroeste de Bielorrusia y cercana a la frontera lituana.
Parte bélico diario de Rusia
El Ministerio ruso de Defensa sostuvo en su parte bélico diario que el ataque masivo con misiles de largo alcance y de precisión desde aire, mar y tierra se dirigió contra el “sistema de mando y control militar de Ucrania y las instalaciones energéticas relacionadas”.
“El objetivo ha sido alcanzado. Todos los objetos asignados fueron golpeados. Como resultado de los ataques, se interrumpió la transferencia de las reservas de las Fuerzas Armadas de Ucrania, armas extranjeras, equipo militar y municiones a las áreas de combate por ferrocarril”, dijo el portavoz castrense, Ígor Konashénkov.
Defensa sostuvo además que “no se realizó ni un solo ataque contra objetivos dentro de la ciudad de Kiev”, donde murieron tres personas por los bombardeos.
“Toda la destrucción (…) en la ciudad fue resultado de la caída de misiles de sistemas de defensa aérea extranjeros y ucranianos ubicados en zonas residenciales de la capital ucraniana”, aseveró Konashénkov.
La Administración Militar de la ciudad de Kiev, señaló anoche en su canal de Telegram que se detectaron 31 misiles en el cielo de la capital, de los que 22 fueron derribados por las defensas ucranianas, al tiempo que recalcó que “el sector residencial quedó bajo fuego enemigo”.
Subrayó que hubo daños en ciertas infraestructuras críticas que provocaron que la capital se quedara en algunas áreas sin electricidad y sufriera problemas con el suministro de agua y calefacción.
El 70 % del parque de viviendas de la ciudad permanecía esta mañana sin electricidad, aunque el suministro de agua se restableció en la margen izquierda de la capital.
Según el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, 11 regiones se quedaron totalmente sin electricidad tras lanzar Rusia unos 70 misiles contra la infraestructura energética del país, y que “millones” de ciudadanos permanecen sin luz tras los ataques contra la red eléctrica desde octubre pasado.
Kiev amanece sin apenas electricidad y con suministro parcial de agua potable
La ciudad de Kiev, de hecho, amaneció sin electricidad en el 70 por ciento de los hogares y con un suministro parcial de agua potable, tras los bombardeos.
“Se ha restablecido el suministro de agua en el margen izquierdo del río Dniéper (que atraviesa la ciudad) y parcialmente en el margen derecho. En esta mañana del 24 de noviembre, el 70 por ciento de los hogares de Kiev no tienen electricidad”, aseguró este jueves Vitali Klychko, alcalde de la capital en su cuenta de Telegram.
El responsable municipal aclaró que “técnicos en energía y expertos de Kyivvodokanal (la empresa de suministro de agua potable y alcantarillado) han trabajado toda la noche para restablecer los servicios esenciales” en la capital.
También se están registrando problemas en las comunicaciones telefónicas, según las
fuentes.
Leópolis recupera poco a poco luz y agua
El 75 % de los habitantes de Leópolis siguen sin electricidad por los cortes de suministro que continúan en todo el país, según las autoridades locales.
Iryna Maruniak, vicealcaldesa de la ciudad, informó de que toda la ciudad vuelve a tener agua pero no calefacción centralizada. Alertó de que la situación sin embargo “cambia cada diez minutos”.
Un hospital local informó de que su departamento de cirugía cardíaca tenía todavía dos intervenciones previstas para hoy.
Se espera que las centrales nucleares reanuden el funcionamiento
El Ministerio de Energía de Ucrania espera que las centrales nucleares ucranianas reanuden su funcionamiento en la tarde del 24 de noviembre, agregó Ukrinform.
Como consecuencia de los ataques se activó la protección de emergencia en las centrales nucleares de Rivne, Ucrania del Sur y Khmelnytsky, como resultado de lo cual todas las unidades de energía fueron desconectadas.
Rusia admite la vulnerabilidad de la central nuclear de Zaporiya tras su desconexión
La puesta en “régimen frío” de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia genera vulnerabilidades en la seguridad, admitió hoy el presidente de Rosatom, Alexéi Lijachov, tras la desconexión de la planta ocurrida la víspera tras los bombardeos rusos contra el sistema eléctrico de Ucrania.
Tras el masivo ataque ruso con misiles contra la infraestructura energética ucraniana la víspera, la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia, pasó al “régimen frío”, en tanto las centrales nucleares de Rivne, Ucrania del Sur y Jmelnitski, controladas por Kiev, tuvieron que activar paradas de emergencia.
Según Lijachov, “cualquier pérdida de alimentación eléctrica de la estación de Zaporiyia implica un incremento de su vulnerabilidad, una reducción de su seguridad”, pese a que la planta dispone de 18 generadores independientes.
Lijachov defendió la necesidad de una zona de seguridad en torno a la central nuclear, propuesta que debate con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).