La rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Silvia Amaya Llano, refrendó que la máxima casa de estudios del estado se ceñirá a la eliminación de la comida chatarra en espacios de la Escuela de Bachilleres y de los campus.
Ello, al recordar que, a partir de este sábado 29 de marzo de 2025, entró en vigor en México la prohibición de venta y promoción de comida chatarra en todas las escuelas del país, como parte del programa “Vida Saludable” impulsado por el gobierno federal.
Silvia Amaya sostuvo que esta institución ha trabajado durante muchos años en mecanismos como el programa “Cafeterías Saludables”, promoviendo la eliminación de este tipo de productos, que a la larga son nocivos para la salud.
Asimismo, también se han prohibido las ventas de otro tipo de productos como café o cigarros, en las distintas facultades y planteles de bachillerato.
“Estamos trabajando en el proyecto. Al ser una ley, también tiene aplicación en nuestra institución. Si bien ya había un proyecto de tiempo atrás de cafeterías saludables, ahora estamos viendo cómo podemos atender esta ley y por supuesto, apegarnos y respetarla”, enfatizó.
Una de las estrategias, dijo, será llevar a cabo en los próximos días reuniones de trabajo y encuentros con titulares de las concesiones de las cafeterías en los distintos espacios universitarios; así como con los distintos proveedores de alimentos para las cafeterías. Ello, con el fin de dar a conocer los lineamientos y las disposiciones de la nueva ley federal.
“Nuestras cafeterías están concesionadas. La primera acción que realizamos, este viernes próximo va a haber una reunión con proveedoras y proveedores de los diferentes insumos para las cafeterías, para hacerles conocer la ley; asimismo, a los que están o que tiene la concesión de las cafeterías, para darles a conocer cuáles son los lineamientos que establece y trabajar en conjunto para aplicarlos”, mencionó.
Con esta ley, cooperativas, tiendas y cafeterías escolares no podrán vender alimentos ultraprocesados con altos contenidos en azúcar, grasas saturadas, grasas trans y sodio; y las multas pueden oscilar entre 100 y 15 mil unidades de medida y actualización, es decir, hasta más de un millón 600 mil pesos.