Ayer al final de la jornada de trabajo, decidí premiarme jugando con el regalo que me trajo Santa Clós: FIFA 2021. Como soy intenso en eso de aprender cosas nuevas, siempre que juego escucho al mismo tiempo audiolibros o podcast. Ayer me tocó escuchar a un motivador muy pintoresco decir: visualízate subiendo a tu jet personal y eso te guiará a tu éxito. Pensé: “Wow, tan fácil que ha sido todo este tiempo, y uno creyendo que hay que trabajar con intensidad, desarrollar tu conocimiento y hacer planes estratégicos” (léase con tono de “sarcasmo”).
Mi opinión es que si basas tus propósitos solamente en esas teorías tipo El Secreto, o ley de la atracción, cuya premisa es: deséalo con fuerza y sucederá; lo único que vas a atraer es el fracaso.
Tampoco digo que no sirva para nada, lo que sí te digo es que sólo desearlo NO es suficiente. Sí creo en visualizar para cumplir tus metas, pero desde un punto de partida científico, no mágico. Así como Mario Alonso Puig, exitoso médico convertido en experto en cómo desplegar el potencial humano, nos dice: “La forma en que visualizas tu futuro determina tus acciones de hoy”, pero lo sustenta en términos de Neuroplasticidad (tu cerebro reconfigurándose) y Neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas, aunque nos hayan enseñado que no es posible). Pero lo más importante es que si lo visualizas solamente y no tomas acciones para capacitarte, para intentar conseguirlo y realizas un plan estratégico para guiarlo, por más que lo sueñes y tengas muchas neuronas nuevas, tampoco sucederá.
En las empresas, aplica exactamente igual. Si quieres vender el doble pero no inviertes en innovación (sería algo como: “ProductoPlasticidad”) y tampoco quieres crecer el área comercial (sería algo como: “VendedorGénesis”), pues tu meta no va a llegar.
Para conseguir tus metas, te propongo tres pasos:
1. META. Encuéntrala y escríbela. Digo encuéntrala porque ya la tienes, la llevas dentro de ti, ahí es donde debes buscar, no inventes cosas raras. Recuerda que tener dinero es una consecuencia por lo que te propongo las determines en función del valor que quieres generar.
A partir de ahora propongo hablar de PROPÓSITOS no de METAS. Los primeros son acciones y las segundas son qué quieres conseguir.
2. PROPÓSITOS. Haz una lista de entre uno y tres propósitos que, si los cumples te llevarán a conseguir tu meta (punto anterior). Los propósitos tienen la característica que dependen 100% de ti. Si eres un vendedor, vender X cantidad no es un propósito, ya que depende de que los clientes compren y que el producto sea competitivo. Hacer 50 contactos efectivos diarios sí es un propósito, al igual que llegar temprano a oficina ó visitar 3 clientes diarios.
3. SEGUIMIENTO. Diseña un tablero de indicadores donde escribas cada día si cumpliste o no. Ponlo en un lugar visible. Toma decisiones en base a él, si estás cumpliendo tus propósitos y no llegas a la meta, ajusta los propósitos hasta que éstos te lleven a la meta.
Ejemplo personal:
Meta. Bajar 5 kilos de peso. Si lo dejas sin acciones, se quedará en sueño y no sucederá.
Propósito 1. Caminar 5 kilómetros 5 veces a la semana.
Propósito 2. Comer 6 días a la semana menos de 1,500 calorías diarias.
Si cumples tus propósitos y no llegas a la meta, ajústalos.
Ejemplo Empresarial:
Meta. Vender 100 millones.
Propósito 1. Implementar proceso de innovación en productos y generar un producto trimestral nuevo.
Propósito 2. Diseñar e implementar nueva estrategia comercial que sustente la
meta.
Cumplir los propósitos contigo mismo te convertirán en una mejor persona. Si lo conviertes en hábito, llegarás a donde te lo propongas.
Decía Henry Ford: “La visión sin ejecución es sólo una alucinación.”