Los despertadores sonaron muy temprano o muy tarde, según se quiera ver; tarde para aquellos trasnochados que llegan a casa a las 4 de la mañana, temprano para los 18 mil 500 corredores, más familiares y porra que disfrutaron de devorar kilómetros por las calles queretanas.
Alrededor de las 5 de la mañana se comenzó a gozar de un domingo en la Alameda, la noche estaba cerrada, como las avenidas que contenían a los autos para dar paso a los corredores hacia el centro de la ciudad, epicentro deportivo de Querétaro.
5,10, 21 o 42 kilómetros, las distintas categorías en las que mujeres, hombres, jóvenes y niños se prepararon para alcanzar la meta; meses de preparación, de acostarse y levantarse temprano, de comer sanamente, no todos claro, pero muchos con el deseo de moverse, otros por dejar el sedentarismo, correr por la salud, por el bienestar, y la mayoría por competir para vencer a la apatía.
El amanecer de la décima cuarta edición del Querétaro Maratón, fue distinto; esta vez no se sintió el calor de hace un año o el tremendo frío del 2022, las nubes fueron aliadas para que los deportistas pudieran correr con más tranquilidad, incluso cuando muchos destacaron lo complicada de la ruta, sobre todo al tener que subir los tres puentes de Avenida Constituyentes.
Con los albores de luz comenzó el calentamiento en los bloques que fueron llenándose de gente, salvo el de los corredores élite, que esta vez no superaron la veintena, el resto se pintó de blanco, el color que predominó entre los corredores recreativos.
El calentamiento dio inicio a las 05:45 horas, con un gran ambiente, aunque muchos otros seguían llegando con la prisa de ubicar su bloque de salida; los primeros en salir, los de silla de ruedas, ciegos y débiles visuales. A las 6:00 arrancaron, y cinco minutos después lo hicieron los corredores de Maratón luego de entonar el Himno Nacional.
Uno a uno fueron partiendo de la Salida, enteros, ilusionados y preparados, para minutos, u horas después, dependiendo capacidad y distancia, regresar al punto de partida y ver la palabra Meta con el esfuerzo y la sonrisa marcada en el rostro, con la certeza de que muchos corredores no dejarán de sonreír, al menos por una semana.
El sonido del golpe de los tenis en el pavimento de Avenida Constituyentes se mezclaba con los gritos de apoyo, las porras y el estruendo del sonido local, que no dejaba de apoyar e invitar a hacerlo, aunque no fuera necesario, ya que todos los convocados iban a correr y a motivar a lograrlo.
Cartulinas, con mensajes como “La terapia de hubiera salido más barato” o “Córrele que atrás viene tu ex”, “Parecía buena idea hace tres meses”, eran algunos de lo ingeniosos textos que invitaban a apretar el paso, otros más sentidos hablaban de aquellos que lo hacían en memoria de algún ser querido que ya no pudo llegar y le dedicaban la carrera.
Previo a la carrera el alcalde y corredor, Felifer Macías habló de la importancia que tendrá su administración para el deporte al destacar que habrá distintas carreras en las delegaciones del municipio queretano.
“Somos una sociedad sana y deportiva, una comunidad que hace deporte y esta es una de las grandes fiestas deportivas y el deporte va a ser uno de los ejes fundamentales de mi administración, vamos a tener los espacios deportivos al cien donde estén llenos de familias haciendo deporte, algo que impulsaremos con nuestro secretario del deporte, Juan Baez, vamos con todo”, expresó minutos antes de arrancar sus primeros kilómetros como alcalde de Querétaro.
Marco del Prete, constante corredor y titular de la SEDESU mostró una vez más que siempre puede haber tiempo para el entrenamiento y el trabajo público, esta vez corrió medio maratón en poco más de 2 horas.
“Poniéndome a mí mismo el ejemplo, felicidades al gobernador por seguir con esta tradición; algunas subidas en el recorrido pero muy bien, muy contento, con muchos maratones por venir”, compartió al cruzar la meta frente al centro Cultural Gómez Morín.
La titular de la Secretaría de Salud estatal, Martina Pérez Rendón, volvió a ser ejemplo al demostrar que la vida sana va de la mano del deporte y recorrió los 5 kilómetros acompañada de su familia.
Así cada corredor o corredora lo hizo con un motivo distinto, ya sea grupal o personal, con las piernas en el arranque, pero con el corazón y la mente en aquellos momentos de incomodidad y dolor, cuando se piensa: “En qué me metí”, pero se responde de inmediato, “Para eso entrenaste, tú puedes”, una batalla entre la mente y el cuerpo, en donde el corazón media y negocia por ambos hasta llegar a la meta, para poder colgarse una medalla que premia al cuerpo, la mente y el espíritu.
Ayer se corrió mucho más que 42 kilómetros 145 metros, fueron miles de kilómetros previos de salud y convivencia pacífica que se recorrieron para llegar a la meta, cada uno de los corredores sabe bien para quién van cada uno de ellos, al final son al menos 18 mil 500 familias que tienen un motivo para sentirse orgullosas, victoriosas.