Un boxeador que se dedicó a correr y otro con recursos limitados, derivó en una pelea digna para el olvido, pero que sirvió para que Saúl Álvarez conquistara el cinturón del la FIB en el peso super mediano al vencer a William Scull.
Los tres jueces votaron 115-113, 116-112 y 119-109 a favor del mediático peleador mexicano que debutó en suelo árabe después de efectuar toda su carrera entre escenarios en México y Estados Unidos.
Al final de la función, (no se puede calificar como combate), Turki Alalshikh anunció que Terence Crawford será el próximo rival del mexicano en septiembre.
“Espero que esa pelea (de septiembre) sea diferente”, dijo Canelo tras el cara a cara con Crawford en el medio del cuadrilátero.
“Scull no vino a pelear hoy”, subrayó visiblemente frustrado el mexicano que pasó la mayor parte del combate persiguiendo al peleador cubano que se dedicó a desplazarse por todo el ring sin confrontarlo.
La mañana en Arabia, noche en tierras mexicanas, sirvió para confirmar que el boxeo se encuentra sumido en una profunda crisis, sin calidad, sin talento, sólo con la ambición millonaria del negocio.




