En un trágico amanecer, tres cuerpos fueron encontrados ejecutados en el acceso a la comunidad de San Sebastián de las Barrancas, situada en la frontera entre San Juan del Río y el Estado de México.
Los restos presentaban señales típicas de una violenta ejecución: estaban atados, amordazados y con impactos de bala.
Elementos de la policía municipal de Polotitlán, Estado de México, tomaron conocimiento de los hechos, acordonaron la zona y solicitaron la intervención de la Fiscalía mexiquense.
Los vecinos de la zona fueron quienes, desde temprano, descubrieron los cuerpos y dieron parte a las autoridades auxiliares y a la Secretaría de Seguridad Pública municipal, reportando igualmente a las autoridades del Estado de México, jurisdicción a la que corresponde el sitio.
Estos macabros hallazgos se suman a una serie de ejecuciones recientes que han tenido lugar en la región.
Entre ellas, una en la carretera al Sitio y tres más en la localidad de Tlaxcalilla, en el estado de Hidalgo. Todos estos crímenes están vinculados a hechos delictivos y se encuentran bajo investigación de las fuerzas policiales de Querétaro, Hidalgo y el Estado de México.
Las autoridades buscan dilucidar los posibles nexos entre estas ejecuciones y desentrañar el oscuro entramado criminal que afecta a estas comunidades.
Mientras tanto, el manto de la incertidumbre cubre a los habitantes de la región, que exigen paz y justicia.