- Los 1 de octubre sexenales, normalmente complicados
- Calzada-Camacho y Calzada-Domínguez, relevos muy duros
- La diputada Guzmán quiere ser presidenta de Huimilpan
- ¿En dónde están operadores del PAN? ¿Qué se ficieron?
Foto: Especial
De memoria.
Los relevos de gobernador en Querétaro no han estado exentos de complicaciones, pero quizá uno de los más duros fue el del 1 de octubre de 1979, hace 46 años -atestiguado por este reportero- cuando Antonio Calzada Urquiza le entregó “la estafeta”, así decía él, a Rafael Camacho Guzmán y éste prácticamente lo corrió del Auditorio “Josefa Ortiz de Domínguez” en cuanto rindió protesta, ante la sorpresa del ya exmandatario y del profesor Enrique Olivares Santana, secretario de Gobernación y representante personal del presidente José López Portillo.
Parsimonioso, el bien recordado José Héctor Pimentel Espinosa, presidente de la XLVI Legislatura del Estado nombró una comisión integrada por diputados para acompañar al “ciudadano Antonio Calzada Urquiza” al exterior del recinto, antes de que el nuevo gobernante dirigiera su primer mensaje urbi et orbi.
El arquitecto, “el prócer” como le llamaban los miembros de la Nueva Generación que tomó el poder seis años antes, oyó con asombro la invitación a retirarse pero como pudo ocultó su disgusto, se levantó del presidium y lentamente bajó la escalinata en donde Teresa Rovirosa de Calzada lo confortó con un gran abrazo y beso frente a los miles de invitados que aplaudieron solidariamente la escena.
No tenía prisa don Antonio que partió plaza por el centro del auditorio, deteniéndose a saludar y oír palabras de apoyo, mientras el tiro de Camacho parecía revertírsele. Una vez que su antecesor tuvo a bien, o a mal, retirarse, “El Negro” Camacho -así apodado desde su juventud, tomó la tribuna para exigir que pusieran tierra de por medio los que robaron a Querétaro y dio inició al gobierno de un solo hombre, el único que haría política en el sexenio.
Pero eso no fue todo.
Le tocó cerrar la función al secretario Olivares quien no se limitó a felicitar al nuevo gobernador y entregar el saludo del primer mandatario del país, sino que -desde su dilatada experiencia- le dijo a Camacho que los gobernantes deberían aspirar al último aplauso, como el que esa mañana le rindieron los queretanos al arquitecto Antonio Calzada Urquiza.
Seis años más tarde, ante el presidente Miguel de la Madrid, don Rafael le entregó el mando del estado a Mariano Palacios Alcocer, con quien había tenido severas diferencias como rector de la Universidad -movimiento de mayo 80- y que perteneció a la Nueva Generación de su antecesor.
Ahí Palacios denunció la inocultable pública de más de seis mil millones, de aquellos, que recibía y la inaceptable corrupción y arbitrariedad policiaca y anunció un nuevo rumbo, en el que se erradicarían el capricho, el gesto prepotente y las fantasías personales sobre la sustancia de las necesidades colectivas. O sea que Camacho no tuvo el último aplauso al que deben aspirar los gobernantes, según le dijo seis años antes el maestro Olivares Santana.
De allá para acá han pasado casi cinco décadas y hemos visto tres alternancias entre el PRI y el PAN, de Enrique Burgos García a Ignacio Loyola Vera en 1997, de Francisco Garrido Patrón a José Calzada Rovirosa en 2009 y de éste a Francisco Domínguez Servién en 2015. Además de tres transiciones entre miembros de un mismo partido: Mariano Palacios Alcocer a Enrique Burgos García en 1991 y de Ignacio Loyola Vera a Francisco Garrido Patrón en 2003 y de Francisco Domínguez a Mauricio Kuri.
A dos años del próximo cambio de gobierno el PAN busca mantenerse en el poder y lograr su cuarta gubernatura, mientras que Morena, la nueva opción, pretende encabezar la cuarta alternancia, con un PRI irreconocible y un MC emergente.
Falta año y medio para las elecciones.
En 2015, hace casi 10 años años en la tercera alternancia, en otro 1 de octubre, el gobernador interino Jorge López Portillo Tostado, del PRI, le entregó el poder a Francisco Domínguez Servién, del PAN, ante el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el presunto “Señor Kors”.
No estuvo presente el gobernador con licencia y ya para entonces secretario de Agricultura, José Calzada Rovirosa, por lo que no escuchó los duros cuestionamientos de su sucesor que prometió poner a la luz todo aquello que estaba en la oscuridad y a partir de ese día no habría -jejeje- un solo espacio para la deshonestidad ni perdón para el pasado ni oportunidad para el abuso. Peeero, cosas de la vida, lo oyó todo el exgobernador Antonio Calzada Urquiza, que, en paz descanse, ahí -en el Teatro de la República- habrá recordado su propia sucesión y la andanada de Camacho Guzmán.
En efecto, los relevos en Querétaro, como le decía al principio, no han estado exentos de complicaciones, pero hace nueve años el señor Francisco Domínguez Servién se sirvió a placer y no se midió al proclamar que ahí comenzaba “la renovación profunda de la ética pública de la nación”.
Claro, no conocíamos todavía el video que muestra a su secretario privado Guillermo Gutiérrez Badillo “Chespirito” recibiendo millones de pesos en efectivo, sobornos para aprobar la reforma energética de Enrique Peña Nieto, según denuncia del exdirector de Pemex Emilio Lozoya. El asunto investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera que encabeza el queretano Santiago Nieto Castillo, con consecuencias impredecibles para los presuntos implicados, entre los que se contaba el entonces gobernador de Querétaro.
Todo, candidaturas, elecciones y toma de posesión ocurrirá en menos de dos años.
¿Qué pasará el 1 de octubre de 2027?
Vivir para contarla, diría Gabriel García Márquez.
La política es así.
-EL HISTORIETARIO-
El AJOD.
El auditorio Josefa Ortiz de Domínguez de 1979, que era nuevo, no es el mismo de hoy. Aquél, construido por el gobernador Antonio Calzada y de donde fue expulsado, lo tiró Rafael Camacho Guzmán para hacer uno más moderno y funcional ahí mismo.
A este reportero el arquitecto Calzada le compartió su queja: Si Camacho quería construir uno mejor, podría haberlo hecho en otro sitio para comparar y no tirar la inversión recién hecha.
Claro, eran otros tiempos (de cuando se podía) y el país era conminado a administrar la abundancia petrolera.
Luego andaban defendiendo el peso como un perro.
Literal.
-BLANCAS Y NEGRAS-
Alerta anti-incendios.
Está la LXI Legislatura en una crisis nunca vista con la oposición venida a mayoría gracias a Georgina Guzmán, a la que injustamente llaman la “Yunes queretana”, porque en rigor la diputada es parte de la 4T y a nadie debería sorprender que sea el voto 13, definitivo, para darle mayoría a Morena y ella, del PVEM, proclarmase presidenta.
Sí ya seee que aquí el partido Verde presidido por Ricardo Astudillo opera en una lógica diferente, en apoyo a las iniciativas del gobernador Mauricio Kuri, pero ahora se les independizó doña Gina, a quien ya le ofrecieron la candidatura a la presidencia municipal de Huimilpan, municipio que encabezó su papá Juan Guzmán, hoy investigado por las fiscalízadoras estatal y nacional.
El albazo de la 4T para hacerse de la mesa directiva de la LXI Legislatura es impugnado por el PAN que quiere acordar una directiva de unidad ante los morenistas que ya quieren una nueva alternancia, tras el histórico dominio de PRI y PAN por casi 100 años.
Ya se vieron.
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Sucesión 2027.
Está mal, pésimo, que una persona con un trabajo esté pensando en el siguiente, pero está peor no hacerlo: Gobernador Mauricio Kuri a propósito de los aspirantes a sucederlo. Entrevista exclusiva con Plaza de Armas. Martes 30 de septiembre de 2025.
La política es así.
-JUGADA TRAS JUGADA-
Cámara Alta.
Desde un año antes quería Mauricio Kuri González dejar la coordinación de los senadores del PAN para enfocarse en su aspiración de gobernar a Querétaro, pero no lo dejaron para no generar una lucha interna entre los Madero, Zepeda, Mota y otros interesados en sucederlo. Así, se le vinieron los tiempos encima y planeaba por pedir licencia para dedicarse de tiempo completo a la pre-pre-campaña.
Es el Senado, semillero de gobernadores, de donde han salido seis de los últimos ocho de Querétaro, políticos que no buscaron esa posición, como Alfredo Botello, del PAN y Juan José Jiménez, de Morena, cuando algunos priistas como Jesús Rodríguez Hernández, Marco Antonio León Hernández, Ernesto Luque Hudson o Braulio Guerra Urbiola no pudieron llegar.
Y hay más casos sorprendentes como el ya desaparecido Billy Herbert y Guillermo Tamborrel, del PAN o el del paradigmático líder campesino Adelfo Hurtado, del municipio Peñamiller, que nunca presentó una iniciativa pero repartía aguacates entre sus compañeros senadores.
Ahí están el panista Agustín Dorantes Lámbarri y la muy experimentada Lupita Murguía del PAN y la morenista Beatriz Robles que, dicen, podría ser la sorpresa.
Se reciben apuestas.
-JUGADA FINAL-
Novatos.
A los presuntos operadores políticos del régimen en Querétaro que no pudieron sacar lo del Batán y ahora están perdiendo el Poder Legislativo, un inepto ¡Jaque Mate!
