Sandra Itzel rompió el silencio sobre la violencia psicológica que sufrió por parte de su ahora ex esposo, el actor Adrián Di Monte, durante 10 años.
La cantante quiso sanar su corazón a través de la música, por lo cual, como parte de su desahogo emocional, compuso “Gato”.
“Ninguna mujer toma la decisión de ser lastimada para que en un futuro pueda escribir una canción y facturar de ello. Ninguna mujer desearía pasar por algún tipo de violencia. Cada ser humano decide cómo hacer su proceso de sanación, es completamente válido”, dijo Sandra Itzel, en entrevista.
Con “Gato”, la intérprete le dice adiós a su etapa de violencia vivida y le da la bienvenida a su faceta como solista y compositora, buscando apoyar a otras mujeres violentadas.
“Quiero que este tema sea para todas nosotras, para las que no han hablado, para las que sí hablaron y no les creyeron o invalidaron su testimonio, y para todas aquellas que quisieron hablar pero no pudieron porque las silenciaron para siempre.
“Mujeres, no están solas. No piensen que son las únicas que lo viven. Quiero invitarlas, mujeres, a que salgan de lugares donde no se sienten valoradas, amadas y respetadas. Por favor, no tarden tantos años en darse cuenta, como lo hice yo”, sentenció la cantante.
La ex vocalista de La Sonora Dinamita de Lucho Argaín empezó a componer “Gato” el año pasado. Lo que comenzó con un par de acordes hoy es una electrocumbia.
“Fue una experiencia propia de mucho dolor. Tenía tantos sentimientos de tristeza, enojo, incredulidad, impotencia y coraje. Usé la metáfora de que un león es grande y un gatito es pequeño. Te sientes poderoso al momento de lastimarme, pero la realidad es que eso no te hace grande, un buen hombre o un león: eso te convierte en algo chiquito”, compartió la ex participante de Mira Quién Baila.
Sandra Itzel se animó a escribir este tema gracias a que un matrimonio amigo suyo le aconsejó canalizar sus sentimientos por medio de la música.
“Lo que un día me hizo llorar, ahora lo convertí en música. Ya canto el tema de una forma diferente, pero cuando hice esta canción había una Sandra muy rota. Hoy hay una Sandra muy fuerte y poderosa. Ser un ejemplo llega a mi vida sin pedirlo porque nunca pedí ser expuesta de esta manera.
“Ninguna mujer merece ser expuesta ni vulnerada de esta manera. Me sucedió y agarré esa situación con fortaleza, la abracé y al final empecé a darme cuenta de que mi historia inspiraba y ayudaba a otras mujeres”, agregó en la charla.