La poderosa tormenta invernal que azota Estados Unidos con fuertes nevadas y vientos polares ha causado al menos 17 muertos, más de medio millón de personas sin electricidad y miles de viajeros varados por vuelos cancelados horas antes de Navidad.
Las autoridades confirmaron al menos 17 muertes relacionadas con la tormenta en ocho estados. Las fuertes nevadas, los vientos huracanados y las temperaturas peligrosamente gélidas mantuvieron a gran parte del país, incluido el sur normalmente templado, congelado por tercer día consecutivo este sábado.
Este “ciclón bomba”, una tormenta definida como “única en una generación” por el Servicio Nacional de Meteorología provocó el sábado la cancelación de unos dos mil 8000 vuelos y el retraso de otros seis mil 600, según el sitio web especializado FlightAware.
Ante la alta demanda de energía, algunas ciudades comenzaron a implementar apagones por turnos, impidiendo en ocasiones que la gente caliente sus hogares.
En muchos estados las carreteras se volvieron intransitables o muy peligrosas, provocando accidentes mortales; en Ohio, cuatro personas murieron en accidentes relacionados con las tormentas, dijo el gobernador Mike DeWine.
En el estado de Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul desplegó la Guardia Nacional en el condado de Erie y en su principal ciudad, Buffalo, donde las autoridades señalaron que los servicios de emergencia colapsaron ante las condiciones extremas de la ventisca.