Opacado por los estrépitos de la pendencia sobre la Guardia Nacional y su absoluta adscripción a la Secretaría de la Defensa en un fan de militarizar lo ya militarizado, en una más de las bizantinas discusiones nacionales, nadie puso suficiente atención sobre un episodio verdaderamente hilarante de la conferencia mañanera del pasado martes.
Me refiero a la parte relacionada con la salud. O, mejor dicho, con la desventurada colección de memeces dichas en torno de ella, tanto por el, señor López “Gatelinflas”, subsecretario de la SSa como por la indescriptible señora Álvarez-Buylla, destructora general del CONACYT.
La presentación de las aportaciones mexicanas a la ciencia universal corrió a cargo del doctor Jorge Varela quien anunció urbano y feliz:
“…El doctor Hugo López-Gatell presentará el marco normativo de la medicina tradicional en México, así como los elementos fundamentales del proyecto de la nueva norma de partería…
“…Hoy nos acompaña la doctora María Elena Álvarez-Buylla, quien nos presentará los avances del nuevo Conacyt en ciencia y saberes tradicionales para la salud y el bienestar del pueblo de México”.
Y los aludidos dijeron cosas realmente sorprendentes. López Gatelinflas habló de vacunas, cosa cercana, como todos sabemos a la medicina tradicional y la herbolaria, y en pleno contraste con la evolución clínica universal sin cuyo concurso los muertos por la pandemia hubieran sido cientos de millones en el mundo, elogió el trabajo de yerberos y parteras “tradicionales”.
Pura demagógica moda indigenista, como se prueba con los dichos de la señora María Elena:
“…proponer una ciudadanía en salud y eliminación del extractivismo de este gran conocimiento que está en la raíz, de hecho, de muchas medicinas que luego se vuelven pues privadas para grandes consorcios.
Ahora se está promoviendo una protección pública.
En el caso de la partería se ha trabajado intensamente acompañando este proceso de atención tradicional y de cuidado también de los casos que pueden estar siendo de riesgo, que deben de canalizarse al sector salud.
“…Hay un centro público de investigación de Conacyt, el Ciesas, que coordina un trabajo con 180 parteras en 14 pueblos originarios… ”
Hombre, pues si el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se aboca a trabajar con 180 parteras en 14 pueblos originarios, ya la hicimos. Dejemos a otros los viajes a la Luna y la inversión en la Inteligencia Artificial (aquí carecemos hasta de la natural); nosotros seguiremos con el puja, puja, madrecita, las tisanas de gordolobo y cuachalalate y los chiqueadores de hoja de ruda.
¿Dónde habrán quedado los demás rollos de esta señora, ¿dónde los respiradores?, ¿Dónde su milagrosa vacuna Patria, tan inexistente cono para ir a Cuba a comprar un brebaje de babalaos llamado, vacuna Abdalá? ¡Viva Novak Jocovic! Pero el campeón de la batea de babas fue un fantoche llamado Edgar Peraza Chan, médico tradicional maya (sic):
“…Para nosotros una mirada puede ser medicina, el canto del pájaro puede ser medicina, el viento es medicina, el agua es medicina…”
Entonces, ¿para qué quieren vacunas?
ZIRION
Han llamado la atención la proliferación de bardas con propaganda y espectaculares del diputado federal, Xavier González Zirión, quien en la Ciudad de México ganó por mayorí a de votos un distrito en Álvaro Obregón, derivado de su trabajo de muchos años, iniciado desde los tiempos del Distrito Federal.
Con un equipo de alrededor de 7 mil activistas en la capital y podría, por sí mismo, como candidato independiente, si fuera el caso, contar con un representante en todas las casillas para la próxima elección en la capital.
El diputado aliancista aspira a la Jefatura de Gobierno, a través de su estructura y de propuestas para el problema del agua, mediante el aprovechamiento de la captación y filtración controladas, así como el mejoramiento del transporte público con la generación de infraestructura; aunado a la inclusión de organizaciones de la sociedad civil, en un 25 o 30 por ciento de las candidaturas