Tras la repentina muerte de su novio, Max (David Corenswet), Harriet (Lucy Boynton) despierta con la misma pregunta todos los días: ¿qué pasaría si pudiera regresar en el tiempo?
“Destrocé mi casa durante una semana mientras rodábamos ahí para ahorrar dinero para las locaciones, pero fue una experiencia maravillosa”.
Sumergida en su tristeza, logra vencer la barrera del tiempo cada vez que suena una canción de su pasado, y la nostalgia actúa como una fuerza mágica y transportadora, que la lleva de vuelta al momento de su relación en la que sonaba el tema.
The Greatest Hits, ya disponible en Star+, es la nueva cinta del guionista y director Ned Benson, una comedia romántica que pretende salir del molde, creada a partir de los principios que expone el neurólogo Oliver Sacks en su libro “Musicofilia”, dando cuenta de la relación existente entre la música y el cerebro humano para crear entornos emocionales.
“Era pensar en cómo una canción podría tan fácilmente llevarme de vuelta a tantos recuerdos de mi vida, además este libro realmente me ayudó con la génesis de la idea de la película y, a partir de ahí, escribí un guion, creo que en 2009 2010, pero no funcionó del todo y lo dejé de lado por un tiempo. Luego volví a él hace unos años y escribí el guion que se convirtió en la película”, contó Benson en entrevista.
En la búsqueda de superar su trauma y en su grupo de apoyo para el duelo, Harriet conoce a un buen chico llamado David (Justin H. Min), que está lidiando con su propia pérdida.
David será la única persona que la mantendrá atada a su presente.
Por lo que en un punto de su caótica vida, Harriet deberá considerar si debe o no cambiar el pasado que afectará para siempre el resto de su vida.
“Durante la pandemia, con el grupo de gente con el que estaba, la música fue lo que realmente nos mantuvo con el ánimo alto, nos recordó que bailáramos y que no nos sentáramos a pensar demasiado, sino que volviéramos a vivir y creo que se refleja en la historia.
“Creo que Harriet está obviamente aislada y la música es inicialmente lo que la aísla, pero también es lo que la libera, la saca de casa y le recuerda que tiene que volver a vivir la experiencia”, afirmó Benson.
La película se filmó en Los Ángeles, en la propia casa del director, y navega por un sinfín de éxitos de antaño y otros más actuales.
“Era crear un tapiz general que trascendiera el tiempo o la temporalidad, la música tiene una manera increíble de cruzar generaciones, puedes encontrar una canción del pasado que nunca has escuchado antes y que adquiere una nueva relevancia en el presente, pero también canciones actuales ya sea Lana del Rey o Phoebe Bridgers, o volviendo a Patty Jo y Peggy Lee o Roxy Music, que era mi banda favorita”, apuntó.
Esta no es la primera vez que el cineasta explora los territorios musicales, pues en 2013 estrenó La Desaparición de Eleanor Rigby, una trilogía de películas que exploraban la relación desconsolada de una pareja desde cada una de sus perspectivas individuales, donde la música era fundamental en la historia.
“Siempre construyo desde un punto de vista muy personal, donde primero busco las canciones con las que realmente me identificó y luego pienso en las canciones que reflejan a cada uno de los personajes que escribo.
“La música fue muy importante para mí siempre y me gusta que funcione como un complemento siempre”, agregó.