Por una #SociedadHorizontal
La semana pasada será recordada como aquella en la que se manifestaron sendas presiones del poder ejecutivo hacia los poderes legislativo y judicial. Dos temas fundamentales para el presente y futuro del país, ejemplificaron la falta de claridad y consenso que impera en México respecto a la prevalencia de los Derechos Humanos: la Prisión Preventiva Oficiosa (PPO) y la Guardia Nacional (GN). También evidenciaron los retos crecientes que enfrenta nuestra vida democrática.
Por un lado, AMLO declaró que “a los jueces no les importa el pueblo, defienden intereses de grupos”. Con relación a la PPO argumentó que en el país se libera “a los que tienen dinero, a los que tienen influencia”, pero dijo que “es hasta un riesgo para los jueces, porque es plata o plomo”. Enfatizó que “sería una chicanada” eliminar esta figura y aceptó que si ejerció “presión” a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que no avalaran la eliminación que se había propuesto.
Por otra parte, respecto a la discusión legislativa encaminada a trasladar a la GN al Ejército, advirtió que no se quedaría callado si el Senado frenara la reforma legal y de manera temeraria subrayó, “no es amenaza ni advertencia”. Una vez terminada la votación, criticó que el Senador Ricardo Monreal votara en abstención el dictámen pues según él, avaló “la falsedad, la hipocresía y la politiquería del conservadurismo de México”.
Ambos episodios, por su temática y naturaleza, preocupan enormemente.
En el ámbito nacional e internacional, prevalecen múltiples voces que critican el abuso de esta figura (40% de los detenidos en centros penitenciarios, tan solo en 2022) y la afectación de derechos humanos que implica. No solo por la violación implícita a la presunción de inocencia y por su ineficacia como disuasivo anticipado, sino porque esta figura afecta especialmente a los más pobres y desvalidos en nuestra sociedad. De la misma forma, respecto a la GN no solo están quienes consideran que la ley aprobada contraría al artículo 21 Constitucional, sino quienes ven en la creciente participación militar, un enorme riesgo para la vida democrática. La propia Comisión Nacional de Derechos Humanos ha publicado que este cuerpo tiene más quejas que el propio Ejército y la extinta Policía Federal.
La discusión está latente. Respecto a la PPO, los ministros Luis María Aguilar y Norma Piña, quienes previamente habían presentado proyectos para eliminar esta polémica figura legal, decidieron retirarlos para tratar de robustecerlos y llegar a una acuerdo con el resto del pleno. Con relación a la GN, aunque Morena y sus aliados aprobaron con 71 votos a favor, 51 en contra y una abstención, el dictamen que reforma cuatro leyes, habrá de ser revisado por la Corte, toda vez que la oposición anunció que interpondrá una acción de inconstitucionalidad.
Sirva este pasaje de nuestra historia reciente, para ejemplificar con una alegoría sobre lo que ocurre a las estrellas cuando termina su ciclo de vida, lo que significa la injerencia presidencial recientemente exhibida. Antes de colapsarse y morir, cuando a una estrella se le acaba el combustible, consume sin clemencia alguna todo lo que le rodea. Cuando esto ocurre, su luminosidad es tan potente que engulle a los planetas a su alrededor. Después, súbitamente, la estrella se comprime, pierde fuerza y forma una enana blanca, para finalmente volverse invisible. Tal parece que hoy atestiguamos un proceso similar por parte del presidencialismo mexicano.
Tanto la PPO como la GN son parte de una discusión sumamente trascendente, que no esta resuelta de fondo. Muchos analistas opinan que lo aprobado, implicará profundizar aún más la injusticia provocada por el abuso de la PPO, pero también mantendrá una vía autoritaria para combatir a quienes piensan diferente. Al mismo tiempo, muchos expertos consideran que la mayor militarización de la GN, exhacerbará la violencia y la corrupción que ha prevalecido por casi dos décadas.
Por estas razones, preocupa que el presidente, en lugar de servir como instrumento de mediación, diálogo y consenso, se asuma como un poder irrespetuoso de los demás. ¿Será que el ocaso del antiguo presidencialismo, conlleva el inicio de un modelo más burdo de autoritarismo? La #SociedadHorizontal deberá echar mano de todos los medios de información, comunicación y organización a su alcance, para evitar un escenario de esa naturaleza.