Inversionistas y opositores están preocupados de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador pretenda gobernar tras bambalinas, indica una nota de The Wall Street Journal (WSJ).
“A México le espera un camino nublado”, declaró Alejo Czerwonko, ejecutivo de mercados emergentes en UBS Global Wealth Management, al periódico estadounidense, en referencia a la posible concentración de poder.
La virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se ha comprometido a apoyar los cambios constitucionales propuestos por AMLO, lo que, según WSJ, levanta preocupaciones sobre un resurgimiento del régimen de partido único, como el encabezado por el PRI.
La principal preocupación, añade, es la propuesta de que los jueces sean elegidos en votaciones, incluidos los Ministros de la Suprema Corte.
López Obrador ha reiterado en diversas ocasiones que se retirará a su rancho en Palenque, Chiapas, una vez que deje el cargo.
“Muchos dudan de que se trate de un retiro silencioso”, indica el artículo.
“La Oposición y algunos inversionistas temen que pueda convertir su exuberante hacienda en una oficina central que podría eclipsar a Sheinbaum cuando se mude el 1 de octubre a Palacio Nacional”, agrega.
A continuación el artículo completo:
José De Córdoba / The Wall Street Journal
Este verano, en todo el País, el Presidente saliente Andrés Manuel López Obrador realiza una gira de despedida: mítines de fin de semana en los que sus partidarios más fervientes compran muñecos hechos a su imagen, ondean pancartas y corean su nombre.
La habilidad de López Obrador para conseguir apoyo, y su gusto por disfrutar de él, tiene a inversionistas y opositores preocupados de que no sólo esté entregando la estafeta a su sucesora y protegida, la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, sino que, en vez de ello, gobernará el País tras bambalinas.
A principios de junio, Sheinbaum ganó la Presidencia con casi el 60 por ciento de los votos.
La coalición del partido gobernante, Morena, obtuvo suficientes escaños en la Cámara de Diputados para realizar cambios constitucionales sin el respaldo de la Oposición, y está a dos escaños de la mayoría de dos tercios que necesita en el Senado.
El Presidente parece estar fijando la agenda inicial de Sheinbaum mientras se prepara para echar mano de la mayoría de su partido para reformar la Constitución antes de dejar el cargo en octubre, comentan analistas políticos.
“A México le espera un camino nublado”, declaró Alejo Czerwonko, ejecutivo de mercados emergentes en UBS Global Wealth Management, en referencia a la posible concentración de poder.
Sheinbaum se ha comprometido a apoyar los cambios constitucionales propuestos por López Obrador, generando inquietudes sobre un resurgimiento del Gobierno de partido único iniciado por el PRI que gobernó México durante 71 años hasta el año 2000.
Encabezando la lista de preocupaciones está una propuesta para que los mexicanos elijan a los Jueces, incluida la Suprema Corte.
La bienvenida entusiasta que reciben ambos es una señal del grado al que Sheinbaum le debe su victoria a la popularidad perdurable de López Obrador, dicen observadores.
“Una cosa es segura, él dista mucho de ser un Presidente saliente”, apuntó Carlos Heredia, un ex legislador y activista político que conoce a López Obrador desde hace décadas.
López Obrador ha dicho que se retiraría a su rancho en la selva del sur de México. La Constitución mexicana prohíbe la reelección presidencial.
La semana pasada, López Obrador y Sheinbaum llevaron su gira a Huatulco, donde unos 4 mil seguidores extasiados se arremolinaron bajo una enorme carpa.
Muchos dudan que se enfile a un retiro apacible. La Oposición y algunos inversionistas temen que pueda convertir su exuberante hacienda en una oficina central que podría eclipsar a Sheinbaum.