La llegada de nuevos medicamentos a América Latina puede tomar más de cuatro años.
El tiempo que tardan los medicamentos para estar disponibles en la región varía entre 1.9 y más de 4.5 años, una vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) los aprueba, afirmó la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (Fifarma).
Por ejemplo, de 228 medicamentos lanzados en el mundo sobre oncología y enfermedades raras, entre 2014 y 2021, sólo 130 están aprobados en América Latina, informó Yaneth Giha, directora ejecutiva de la Fifarma.
Y de ese volumen, sólo 73 están aprobados por la autoridad regulatoria en México, aunque únicamente 24 tienen disponibilidad total en el País, es decir, que la población en general tiene acceso a éstos, destacó Giha.
Los años que pueden llevar a que un medicamento esté disponible responde a los tiempos de aprobación que se requieren por los organismos y autoridades de cada país.
Para el caso de México, es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) la que autoriza los medicamentos y actualmente está en una transición donde busca llevar sus trámites del papel a la digitalización, lo cual retrasa los procesos, explicó Fernando Fon, director de Asuntos Regulatorios de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
La autorización para que los medicamentos innovadores estén disponibles en México y el paciente pueda utilizarlos tiene un tiempo legal establecido de 60 días hábiles, pero hay solicitudes que llegan a más de 600 días acumulados, comentó Fon.
El retraso de la disponibilidad de estos medicamentos tiene un primer impacto en la salud de las personas, que luego puede repercutir en la productividad y economía de un país.
“El retraso en la entrada de estas innovaciones hace que tengamos pérdidas de productividad, que no tengamos la innovación que realmente están cambiando la vida y los entornos de las personas”, afirmó Giha.
Por ejemplo, algunos trabajadores no podrán ir a sus empleos derivado de cuestiones de salud, lo que puede afectar el desarrollo de las actividades del área de la empresa a la cual pertenecen.
Ante ello, la especialista consideró importante que los actores del sistema de salud en cada nación latinoamericana conversen y encuentren una solución sobre la agilidad en los temas regulatorios internos y que a la par adopten estándares y mecanismos internacionales.