México debe adoptar una posición de liderazgo en Latinoamérica y no de intervencionismo en política interior de cada país, para fortalecer las relaciones comerciales, de acuerdo con especialistas.
El papel de México en Latinoamérica es de una especie de rector y mediador en conflictos, pero actualmente, es quien pone la polémica, consideró Mónica Lugo, directora de Relaciones Institucionales de Prodensa.
La ruptura de relaciones con Ecuador, el intercambio de acusaciones con Javier Milei, Presidente de Argentina, y las fricciones con Perú, que han escalado a una política migratoria, fragmentaron a la región.
“Creo que hay un resquebrajamiento, al menos algunos países lo ven así, México ya no es el mismo que cuando llevaba a cabo esa posición de liderazgo en asuntos comerciales”, dijo la especialista.
Por ejemplo, desde el año pasado, el Presidente Andrés Manuel López Obrador desconoció la legitimidad del mandato de Dina Boluarte, presidenta de Perú, en el marco de la entrega de liderazgo de la Alianza del Pacífico, lo cual ocasionó fricciones también con Colombia y Chile.
“No importa quién esté en el poder, México siempre ha sido un líder en esos aspectos y, en mi opinión, debemos seguir siendo ese líder en América Latina y no como un ejemplo de un país que interviene en los asuntos políticos de otros países”, afirmó Lugo.
Aunque existen acuerdos comerciales dentro de la región, no logran materializar resultados, pues el intercambio solo se hace entre algunos jugadores.
Además, la ausencia del Presidente de México en diferentes foros internacionales, no ha contribuido, afirmó Aribel Contreras, coordinadora de la Licenciatura en Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana.
“Cuando analizamos el comercio dentro de la Alianza del Pacífico, el que menos interactúa es México.
“Cuando México busca este espacio y dice que quiere retomar el liderazgo que tuvo en los 80s, en los 90s lo intentó, pero a lo largo de los últimos sexenios no lo ha logrado, al contario, hay una merma en la presencia regional”, declaró la especialista.
Consideró que el cuerpo diplomático del actual Gobierno deja una alta cantidad de retos para la siguiente Administración.
“Es difícil hablar de que México pudiera lograr consolidarse como un líder regional ante estos descalificativos que se han pronunciado desde Palacio Nacional.
“México tiene muchos retos, que son los que tiene que enfrentar quien gane la próxima elección presidencial”, apuntó la académica de la Universidad Iberoamericana.