En la peor escasez de agua de los últimos tiempos, según vecinos del Barrio de La Cruz, diversas colonias del Centro Histórico de Querétaro carecen del servicio desde hace dos semanas y ayer cerraron la Calzada de los Arcos en el crucero de Circunvalación y anunciaron la clausura simbólica de las obras en la Ex Hacienda de Carretas, en donde la constructora rompió la tubería general hace ocho días.
La crisis se extenderá por lo menos hasta el viernes, según informaron en la CEA atribuyendo el problema al taponamiento de la línea de conducción que abastece el Tanque de Zaragoza, de donde se surten San Francisquito, La Pastora y La Cruz, cuyos residentes, expresaron su indignación a los reporteros de PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, en un recorrido por la zona de la sequía, mientras numerosas pipas particulares cobran de 500 pesos en adelante por surtir los tinacos, piletas y cisternas. Y hasta exigen pago adicional de 200 pesos por tramo extra de manguera o 100 pesos por cualquier maniobra que tenga que hacer el operador para aproximar la pipa a la entrada de los domicilios.
¡Queremos agua! exclamaron Magdalena Morales viuda de Reyes y Alfonso Esguerra, antiguos habitantes de 5 de mayo, al afirmar que nunca habían estado tanto tiempo así. Es inadmisible la incapacidad del gobierno, dijeron Guadalupe y Ángeles Cabrera, de Independencia. Ya nos quieren privatizar este servicio también, manifestó Gabriel Torres dueño de la tienda La Peineta de la Plaza Fundadores. “Estamos hartos, tomaremos las calles” expresó Lourdes Herrera de La Serrana, en la calle de Manuel Acuña.
Y sí, la tarde de este martes se juntaron todos en el cruce de Circunvalación y Zaragoza, para protestar y clausurar los trabajos en Barrio Santiago, en Los Arcos, donde el miércoles un trascabo rompió la tubería.
Sin embargo, según la oficina de prensa de la Comisión Estatal de Agua, ese hecho que afectó durante varios días a las colonias de Bosques del Acueducto y Carretas, ente otras, no es el que está ocasionando la interrupción, sino el taponamiento en el Tanque de Zaragoza, en donde una brigada comenzó a trabajar ayer, aunque se prevé que la distribución se normalizará, probablemente, el viernes próximo.
Los vecinos también se quejaron de la nula atención del gobierno de la ciudad. “El secretario Pegueros siempre está en junta” afirmaron las hermanas Cabrera, tías de la ex rectora de la UAQ. “Somos de este barrio de toda la vida y nunca nos había pasado; ahora tenemos que comprar a los piperos y bañarnos a jicarazos”.
A pesar de no tener el vital líquido desde hace dos semanas, los recibos de la Comisión Estatal de Agua (CEA) llegaron puntualmente a los domicilios. Los residentes del primer cuadro de la ciudad, no ocultaron su molestia por que se vio reflejado un incremento en la tarifa con respecto al mes anterior.
EMBOTELLAMIENTO PERFECTO
Esta escasez es la peor en los últimos tiempos, aseguró Gabriel Torres, propietario de la tienda de La Peineta (antes El Ruiseñor) de Independencia y Gutiérrez Nájera. “Lo preocupante es que nos estén acostumbrando a comprar el agua a particulares… y de ahí a la privatización. Lo irónico es que ahí donde rompieron las líneas de Los Arcos iba a estar el Museo del Agua”.
A la crisis del agua se suman las complicaciones en la movilidad del Centro Histórico por las obras de pavimentación, reencarpetamiento y cambio de adoquín en calles esenciales para la circulación, obras que parecen no ser resultado de la planeación. Entre las arterias cerradas están Gutiérrez Nájera y Juan Caballero y Osio, para no mencionar Avenida Constituyentes en donde el carril confinado y los semáforos “inteligentes” afectan la vida los queretanos. O Avenida Universidad, en donde el Ayuntamiento quitó un carril para poner un ciclovía con todo y jardineras, en pleno arroyo. También está limitada la circulación en las laterales del Boulevard Bernardo Quintana por sustitución del pavimento.
POR: FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ