A tres meses de entrar en vigor las restricciones en México sobre el uso de glifosato en el campo, los agricultores aún no cuentan con un herbicida que logre igualar su funcionalidad y precio.
Lo peor es que las opciones que existen encarecen sus costos para controlar malezas hasta 40 por ciento, aseguró en entrevista, Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC).
Dijo que este sobrecosto se da porque se debe utilizar un producto más caro, emplear maquinaria de labranza o mano de obra para deshierbar.
“El glifosato es un herbicida muy barato, fácil de manejar, efectivo y seguro.
“El golpe a la economía del productor sería muy alto, solo en el caso del glifosato la prohibición impactaría en algunos agricultores hasta en un 30, un 40 por ciento de incremento en el costo solo de control de malezas”, detalló González Cepeda.
De acuerdo con la UMFFA, el costo por hectárea de aplicar glifosato es de cerca de 300 pesos, mientras que otros herbicidas pueden alcanzar costos de entre 600 y mil 200 pesos por el mismo rendimiento.
Para el especialista, uno de los elementos que han hecho del glifosato uno de los productos más empleados entre los agricultores es su efectividad para el control de malezas, las cuales reducen el rendimiento de los cultivos.
Se calcula que en el País hasta 35 por ciento de agricultores emplean algún tipo de herbicida
“Las malezas crecen más rápido que el cultivo, comen más rápido, absorben el fertilizante y son más atractivas para los insectos”, explicó el directivo de la UMFFAAC.
Tras decretar su restricción a finales de 2020, fue hasta febrero de 2023 cuando el Gobierno informó sobre 12 posibles reemplazos al glifosato, sin embargo, de acuerdo con González Cepeda, las opciones aún no cuentan con evidencia que permita comercializarlas en alto volumen, y algunas de las alternativas presentadas por el Conahcyt no son competitivas por su costo, como el peróxido de hidrógeno, el ácido acético, en los que se calculaba requerir unos 20 litros por hectárea.
Para el representante de la UMFFA si el Gobierno busca restringir los cultivos de semillas transgénicas no debe mezclar en el mismo debate el uso de los herbicidas.