Por una #SociedadHorizontal
En grupos de whatsapp, han empezado a circular encuestas en torno a la sucesión presidencial. ¿Quién las paga? No se sabe, pero es evidente que son parte de las estrategias de generación de percepciones, impulsadas por aquellos que aspiran a la presidencia de la República. Desde que, en julio del año pasado, AMLO adelantó la sucesión al mencionar explícitamente a la jefa de Gobierno Sheinbaum, o al canciller Ebrard y omitió el nombre del senador Ricardo Monreal, el activismo y la especulación se han incrementado.
A finales del año pasado, El Universal publicó una encuesta en la que señalaba que Morena obtendría el triunfo de 2024 con 35.3% de las preferencias. Si bien este dato dista mucho de situar al partido guinda en una condición arrolladora como la del 2018, lo cierto es que, con una oposición aún replegada, el juego sucesorio se librará por el momento dentro del escenario morenista.
Por esta razón, es importante estar atentos a las señales que se generan entre actores políticos y la forma en que éstos transmiten, así como el grado de cohesión que prevalece al interior del partido del presidente López Obrador. Sirvan como ejemplo los desencuentros que se han dado recientemente al interior del Senado de la República.
En el arranque del 2022, Ricardo Monreal manifestó que adelantar el proceso para suceder al presidente de la República sólo traería problemas internos en Morena, a lo que AMLO respondió en conferencia de prensa mañanera: “No (es un error) porque no adelantarla es del porfiriato, así era antes, los tapados, las decisiones de élite, no, el pueblo va a decidir”.
Sirva recordar este episodio, pues fue en la cámara alta donde ya se dio ya un primer encontronazo la semana pasada. Un total de 30 senadores de Morena se manifestó por la desaparición de la Comisión Especial de Veracruz, creada en principio para investigar el caso de José Manuel del Río, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, arrestado por su presupta responsabilidad en el homicidio de un candidato.
Conforme la JUCOPO creó la citada comisión a mediados de enero y arreciaron las críticas al gobernador García Jimenez por “la violencia que impera en la entidad y los abusos de autoridad”, hubo dos hechos políticos prácticamente simultáneos que tensaron el escenario. Por un lado, el presidente López Obrador, durante un enlace que tuvo con el mandatario jarocho, le refrendó su respaldo al recordarle: “Estamos contigo siempre”. Por su parte, Claudia Sheinbaum siguió la misma línea y con la excusa de firmar un convenio de colaboración digital,le dio un espaldarazo el gobernador veracruzano.
El desencuentro en torno a Veracruz evidenció los riesgos que enfrenta la cohesión morenista. Las tensiones entre dos actores connotados, las preferencias de AMLO, la alianza entre dos entidades de gran relevancia por su padrón electoral, e incluso el guiño de otro partido -Movimiento Ciudadano- a uno de los presidenciables.
Sirvan estas notas para recordar que una sucesión adelantada, es el preludio para el desgaste, el “fuego amigo” y las descalificaciones. Noticias recientes como lo relacionado con los recursos que solicitó Delfina Gómez, la secretaria federal de educación, las propiedades del hijo del presidente en Houston o incluso la salud del propio presidente, son temas que generarán un amplio debate, mismo que la oposición buscará capitalizar. Para los intereses de Morena en torno a las elecciones en seis estados y la propia sucesión presidencial, es mejor cerrar filas, que mantenerse en un debate interno que puede serle más útil a sus adversarios que a ellos mismos.
Por su parte, en un contexto de debate político y proceso electoral adelantado, La #SociedadHorizontal deberá evitar distraerse con información no verificada que pretenda sesgar opiniones, revisar a fondo los perfiles, exigir claridad en las posturas, así como calidad en las propuestas. Aún falta mucha agua por correr en el río.