Obsecuentes sus legisladores, apabullados los empresarios que cuestionaron la Reforma Judicial, se veía ayer bien desbrozado el camino para aprobar el dictamen que asegura que la vote en septiembre la próxima legislatura.
Por la voluntariosa porfía presidencial se ganó holgadamente la batalla nacional, con margen hasta para la mordacidad contra opositores a la Reforma Judicial y excederse con los desesperados paristas del Poder Judicial Federal, amagados con despidos, algo excesivo, pues actuó como algunos atrabiliarios choferes al echarles encima toda la lámina del Estado.
Pero al mediodía dijo Ken Salazar, embajador de Estados Unidos: “La elección directa de jueces no resuelve el problema de corrupción en el Poder Judicial y sí amenaza la histórica relación comercial que hemos construido. No sé a dónde va a querer ir Estados Unidos si ve un marco de derecho inestable”.
Dilema: ¿El partido antes que el Estado?
Por el hecho de ser la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde está obligada a operar políticamente para el Gobierno al cual sirve, independientemente de su personal lealtad al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Algo cambiará cuando en septiembre unánimemente la elijan dirigente nacional de Morena y deba cumplir “sugerencias” de ser más exigente para enlistar “conversos” y de custodiar el estricto cumplimiento de los principios de “la revolución de las conciencias”.
Lealtades aparte, a partir del uno de octubre, veremos cómo cumplirá la tarea de custodiar la cuatrotera pureza ideológica, cuando en la realidad política del México de hoy, mañana y siempre será inadmisible que su Partido se atreva a juzgar la pureza ideológica de la Jefa del Estado. ¡Vaya dilema!
¿Cómo saludar a quien tiene el puño cerrado?
La pregunta que encabeza estas líneas la hizo la asesinada mandataria de la India, Indira Gandhi y es pertinente al escuchar a los voceros, oficiales y oficiosos del Gobierno y su Partido presumir de su facilidad para el diálogo
En los hechos, los procesos legislativos en curso para la aprobación de las reformas constitucionales con que se iniciará finalmente el cambio de régimen político que pregonan los exégetas de la voluntad popular agrupados en el Gobierno.
Inútil saludar, fútil el diálogo, concluye uno al escuchar al aún diputado e inminente senador Ignacio Mier, pastor de quienes aprobarán la Reforma Judicial afirmar que “es dogmática la formación de los jueces”, porque aprendieron a respetar la ley. Aviados estamos cuando desde el Poder de la República ven como dogmático el respeto a la ley.
NOTAS EN REMOLINO
Con todo respeto, explicable la euforia del Presidente López Obrador, pero es irresponsable que insista en viajar junto con la Presidenta Electa en las giras del fin de semana. ¿Por qué exponer al caos a la Nación?… Alentador oír a Alejandro Svarch: “El Estado, la industria, el sector económico regional, deben definir prioridades regionales. Así se podrá cumplir con la meta de acceso universal a medicamentos” … Ya es tarde, pero es curioso que a nadie se le haya ocurrido reportear en serio como trabaja el Consejo de la Judicatura Federal… Para fin de semana esta reflexión de Marcel Proust: “A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas” …