Una vez más, en Querétaro se congregó la República para conmemorar el 106 Aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1917. En el mismo escenario, el histórico Teatro de la República. Desde ahí, el gobernador Mauricio Kuri González recordó que los Constituyentes que pactaron la paz, no solamente eran adversarios, sino auténticos enemigos que se enfrentaron a muerte “
La lección central es: cuando la política falla la violencia estalla. Los mexicanos de hace un siglo olvidan su hermandad, su origen común, dejan de escucharse y pierden la sensatez, la solidaridad y la vida”. Añadió que los hombres de entonces, esgrimieron sus argumentos y confrontaron sus visiones de país, desahogando sus agravios.
Kuri González, recordó que en el Teatro de la República, los mexicanos alcanzaron acuerdos y superaron sus posturas extremas, logrando un consenso toral “todos por igual habremos que someternos a la ley”.
Para el mandatario estatal, el 106 Aniversario de la Promulgación de nuestra Constitución, es el mejor y más oportuno de los escenarios, para retomar el espíritu de nuestra Carta Magna. Un documento -dijo- con memoria histórica, pero también con visión de futuro “Es un texto revolucionario. Y lo es paradójicamente porque, además de introducir transformaciones radicales, no avasalla; concilia, retoma el espíritu soberano y libertario de los sentimientos de la nación, que es el Estado federal, y el disfrute de libertades de la Constitución de 1824, y el carácter laico del Estado y el reconocimiento de los derechos del hombre como base de las instituciones sociales de la Constitución del 57”.
Mauricio Kuri, acotó que en la Constitución de 1917, descansa la fundación del Estado, cuyo poder público se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, cuyas independencias garantizan la estabilidad y la gobernabilidad “La federación se integra por estados libres y soberanos y, no menos importante, se consagra al municipio libre como la célula fundamental del Estado mexicano.
Pero toda esta construcción sólo tiene sentido si se respeta la democracia, porque la esencia del Plan del San Luis es la transferencia ordenada, pacífica y periódica del poder por medio del voto libre”, sentenció.
El mandatario estatal, expuso que la supremacía de la Constitución se afirma por encima delos ejércitos revolucionarios y sus caudillos. Recordó que nunca, salvo el breve periodo de la República Restaurada, había México logrado librarse del poder de un solo hombre. Aseveró que el principio del fin de aquella realidad, se da en el Teatro de la República, que no habrá nadie por encima de la Constitución; tampoco admite, ni entonces ni hoy, atajos, planes o procedimientos legislativos para violentarla. Reiteró que la ley es suprema a pesar de la voluntad de quienes mandan, de los anhelos de las facciones o de las añoranzas de los poderes fácticos “No hay libertad sin democracia. Libertad y democracia han sido las más caras aspiraciones políticas de la sociedad mexicana. Por eso las y los ciudadanos demandaron protegerlas con una fórmula impecable, tenerlas bajo su custodia. Son las y los ciudadanos quienes organizan, operan y legitiman los procesos electorales”.
Reconociendo los rezagos históricos y vergonzosos y la incapacidad para resolver los problemas integralmente, avaló el esfuerzo encabezado por el Presidente López Obrador por el esfuerzo sin precedente para distribuir apoyos a los más necesitados “Con ello pretendemos cumplir el otro anhelo que tutela nuestra Constitución: alcanzar un México más justo, igualitario y solidario. Eso debemos reconocérselo, señor presidente”.