A punto de cumplirse cinco meses de los sucesos del bar LOS CANTARITOS, aún se mantiene el aseguramiento con dos patrullas, lo que no deja de ser un recordatorio de la masacre, sin embargo fuentes bien informadas indicaron que se trata de impedir que el lugar se convierta en refugio de malvivientes o centro de ritos, como ocurrió con la casa de CLAUDIA MIJANGOS. Hay gente enferma.
Agua puerca ni de lejos ni de cerca.