PLAZA DE ARMAS
- Pancho primero no tomó en serio la crisis que ya venía
- Igual Luis Bernardo Nava suspende la actividad pública
- Mudarán estrategias electorales 2021 a los “call center”
- Nadie entra al debate con el alcalde Alejandro Ochoa
El horror: Sabino
El reto.
Ante la pandemia mundial por el coronavirus y algunos actos de insensatez en el gobierno federal y estatal, como no acatar las medidas de distancia social al principio de la crisis, solo nos queda ponernos en manos de los especialistas de la Secretaría de Salud y hacer todo lo que está en nuestras manos para tratar de achatar la curva infecciosa y evitar convertirnos en otra Italia.
Precisamente, sobre el caso de ese país, un grupo de reconocidos especialistas de la Universidad de Harvad – Gary P. Pisano (economista y decano adjunto de la Escuela de Negocios de Harvard), Raffaella Sadun (profesora de la misma facultad e investigadora de la escuela de Salud Pública de Harvard) y Michele Zanini (director del Management Lab y titulado en la universidad estadounidense)-, publicaron un documento en la revista Hasrvard Business Review, sobre los cuatro errores cometidos por Italia a la hora de actuar ante el COVID19.
El documento, dicen sus autores, tiene como fin que los responsables políticos en EEUU y el resto de Europa tomen nota sobre cómo reconocer y abordar una crisis que se expande con rapidez. En Italia, ha sido sin duda “la mayor” desde la Segunda Guerra Mundial, escriben los autores del retomado por El Diario de España en su edición digital de ayer.
A juicio de los autores, en los primeros momentos del brote en Italia, la crisis no se parecía a una crisis. Las declaraciones que hacían en referencia a una emergencia “fueron recibidas con escepticismo tanto por el público como por muchos en los círculos políticos, a pesar de que varios científicos habían estado advirtiendo de la posibilidad de una catástrofe” durante semanas. Se trata de una reacción que, según recuerdan, se ha dado en “muchos otros países” y atribuyen a un mecanismo psicológico conocido como el sesgo de confirmación, la tendencia a favorecer la información que confirma nuestras creencias.
“Amenazas como las pandemias que evolucionan de manera no lineal (es decir, comienzan pequeñas pero se intensifican exponencialmente) son especialmente difíciles de enfrentar debido a los desafíos de interpretar rápidamente lo que está sucediendo en tiempo real”, recalcan. Sin embargo, señalan, el momento más eficaz para actuar de forma enérgica “es extremadamente pronto, cuando la amenaza parece pequeña, o incluso antes de que se produzcan los casos”. No obstante, indican que si estas medidas funcionan, pasado el tiempo pueden verse como una reacción exagerada. Y este, dicen, es un juego “al que muchos políticos no quieren jugar”.
“La incapacidad de escuchar a los expertos pone de relieve los problemas que los líderes –y la gente en general– tienen para saber cómo actuar en situaciones graves y altamente complejas para las que no hay una solución fácil. El deseo de actuar hace que los líderes confíen en su instinto o en las opiniones de su círculo íntimo. Pero en tiempos de incertidumbre, es esencial resistir esa tentación”, añaden.
Y recuerdan que para contener la enfermedad, el Ejecutivo italiano Giuseppe Conte ha ido promulgando decretos que han ido aumentando progresivamente las restricciones, desde las “zonas rojas” –las más afectadas– hasta extenderlas a todo el país.
A juicio de los especialistas, fue una decisión contraproducente por dos razones: porque era incompatible con “la rápida propagación exponencial” del virus y porque creen que esta manera de actuar ha podido facilitar su expansión. Recuerdan, en este sentido, el éxodo al sur cuando se anunció el cierre del norte “propagando sin duda el virus a regiones donde no había estado presente”. En cambio, consideran que la respuesta efectiva se debe basar en múltiples medidas tomadas de manera simultánea y coherente. Ponen como ejemplo a China y Corea del Sur. “Si bien el debate público sobre las políticas seguidas en esos países se centra a menudo en elementos individuales de sus modelos (como las pruebas exhaustivas), lo que realmente caracteriza sus respuestas eficaces es la multitud de medidas que se adoptaron a la vez”. Entre ellas, la capacidad de rastrear a los contactos de los pacientes.
Cualquier parecido con la realidad mexicana no es coincidencia. Esperemos que el Ejecutivo Federal decida cambiar de actitud, ordene medidas de confinamiento obligatorio y de un respiro fiscal a los mexicanos. De lo demás, nos encargamos nosotros.
México sufre.
-OÍDO EN EL 1810-
Local.
En Querétaro, el gobernador Francisco Domínguez dijo antes de tomarse en serio lo de la pandemia, que no suspendería sus actividades y que haría gira por la Sierra Gorda.
Después medio rectificó y participó en la Copa Roca con cientos de estudiantes y padres de familia.
El resultado –que a nadie se le desea- está ahí: positivo para COVID 19.
¿Correrá la misma suerte el presidente López Obrador?
Ojalá no.
-¡PREEEPAREN!-
Activos.
Ante la cancelación del Censo 2020 y de todas las encuestas hasta nuevo aviso, los estrategas políticos mudarán su campo de análisis y batalla a los centros telefónicos.
Serán sondeos por ese medio los que les permitirá tener el pulso de la popularidad de los suspirantes que se han quedado sin mediciones por el COVID19.
El 2021 ya está aquí.
-¡AAAPUNTEN!-
Recluido.
El alcalde capitalino Luis Bernardo Nava, que también tuvo actividades con el gobernador Francisco Domínguez, anunció este martes su aislamiento, aunque no presente síntomas de haber contraído el Coronavirus. Igual que el senador Mauricio Kuri que ayer tuvo videoconferencia con su grupo legislativo desde casa.
Nuevos tiempos.
-¡FUEGO!-
¿Qué sabrá?
El alcalde de Colón, Alejandro Ochoa Valencia, que amenazó al gobernador Domínguez y a la estructura panista, no ha tenido quién le responda.
El dirigente estatal de Acción Nacional, decidió no entrarle al tema y se lavó las manos. ¿Tanto es el temor al etílico presidente municipal?
¿Qué les sabe Ochoa Valencia?
¡Porca miseria!