PLAZA DE ARMAS
- Erik se retira, Juan José Ruiz va solo
- Calderón y Margarita visitan a Pancho
- El elogio de la amistad del Jefe Diego
- Proyectan ciudadanos metropolitanos
¿Bebesaurio?: Sabino
2017, año decisivo para el PRI
Nuevos tiempos
En 2012 el PRI tuvo su mejor elección en muchos años, con el triunfo de Enrique Peña Nieto y la recuperación de la Presidencia de la República. Aquí, con Braulio Guerra Urbiola en la presidencia del comité directivo estatal, ganó 13 ayuntamientos, incluido el de la capital, con Roberto Loyola Vera, tras cinco trienios panistas.
Hoy sólo gobierna cinco municipios: El Marqués, Ezequiel Montes, Huimilpan, Pedro Escobedo y San Joaquín, pero lo bonito de esto es que le puede ir peor, incluso en las federales en donde no gana una de mayoría al Senado desde hace 25 años.
Igual a nivel nacional.
En 2012 gobernaba 22 estados. Esa base amplia le permitió regresar a Los Pinos, pero tras los resultados de 2015 y 2016 se quedó con 15. Menos de la mitad, por primera vez, con lo que ya no le alcanza ni para hacer reformas constitucionales, porque también tiene 15 congresos locales y necesita 17.
Y ahí vienen Estado de México, Coahuila y Nayarit, decisivos para el 2018. Si los retiene, podría mantener la Presidencia. Si los pierde, adiós.
En el Estado de México la elección parece estar a tercios entre Morena, el PAN y el PRI, en ese orden, pero la estructura priísta es la mejor del país y su gran bastión, sobre todo después de perder Veracruz.
En Coahuila el pleito de los Moreira trae de cabeza al tricolor, pero aún mantiene la mayoría.
En Nayarit, estado eminentemente agrícola, tiene un gran candidato en el líder nacional de la CNC, Manuel Cota.
Sólo errores, pleitos o traiciones entre los priístas (como en Querétaro) puede hacerlos perder esas tres entidades a disputarse este año.
Y es que las divisiones son las que matan en los partidos.
Hoy mismo lo estamos viendo aquí, con la renovación de la dirigencia estatal, en donde ha levantado la mano Erik Osornio, aunque ayer la bajó.
Tendrán que acordar los grupos priístas si verdaderamente quieren recuperar ayuntamientos y posiciones legislativas. No basta con el mal desempeño de algunos de los alcaldes panistas y tampoco es cierto que en esos municipios ganan con cualquier candidato.
Y es que, hasta ahora, Querétaro ha sido una plaza bipartidista en la que el PRI y el PAN se alternan en el estado y en los ayuntamientos, como hace seis y hace tres años, pero ya se apareció Morena.
El partido de Andrés Manuel López Obrador, dirigido aquí por Carlos Peñafiel Soto, está peleando la segunda posición y está cachando de todo, priístas, panistas, perredistas y –ojo- independientes de muy buen nivel.
Así de fácil.
Así de difícil.
-OÍDO EN EL 1810-
De pasadita.
Que hace dos semanas vinieron a Querétaro la aspirante a la candidatura presidencial del PAN, Margarita Zavala, acompañada de su esposo, el ex presidente Felipe Calderón, para reunirse con el gobernador Francisco Domínguez Servién, con quien tienen una sólida relación personal.
Me lo contaron ayer.
-¡PREEEPAREN!-
Los amigos.
Además de Carlos Salinas, Carlos Slim, José Narro y Manlio Fabio Beltrones, hubo otros destacados personajes en la comida de Diego Fernández de Cevallos, entre ellos José Rosas Aispuro, gobernador de Durango; Pancho Aguirre, dueño de Radio Centro; Mariano González Zarur, ex mandatario de Tlaxcala y Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN al gobierno del Estado de México.
Como lo dice El Jefe en su colaboración para Milenio, reproducida hoy en PLAZA DE ARMAS, “había de todos los niveles intelectuales y sociales, de diversas creencias, costumbres, vidas íntimas y tradiciones, de ideologías políticas y religiones opuestas y confrontadas. Era el mosaico de México, pero con una diferencia: había respeto y concordia”.
El Jefe puede hacer eso.
-¡AAAPUNTEN!-
Por cierto.
Tres queretanos cercanos a Diego se disculparon: el secretario de Agricultura, José Calzada Rovirosa, el gobernador Francisco Domínguez Servién y el ex candidato Roberto Loyola Vera.
-¡FUEGO!-
Futuro.
Que ronda en los pasillos de la LVIII Legislatura una propuesta político-electoral para ver a la zona metropolitana de Querétaro integralmente, con lo que un ciudadano de cualquiera de sus municipios podría ser candidato en otro y, a ese paso, presidir un ayuntamiento y luego uno distinto.
¡Órale!