TABLERO
- Promovió Chicovel homenaje a ilustres
- Toma Cuanalo la bandera de la basura
- Escala crisis del Gobierno con la UAQ
- ¿Y celebrarán la libertad de expresión?
El último de los Constituyentes de 1917
Don Jesús
Yo conocí al último de los Constituyentes: Jesús Romero Flores, michoacano de La Piedad, que al igual que otros más solía venir al sitio en donde él y otros 217 diputados discutieron, diseñaron y aprobaron nuestra Carta Magna.
Privilegio del oficio, ya lo he dicho.
Don Jesús, junto con Palavicini, Cándido Avilés y Celestino Pérez y Pérez, eran invitados de honor a las celebraciones del 5 de febrero en los tiempos del gobernador Antonio Calzada Urquiza con los Presidentes Luis Echeverría y José López Portillo.
Nunca fueron mejores las conmemoraciones que con ellos en el macizo escenario del Teatro de la República, opina este columnista en casi medio siglo de atestiguarlas.
Venían todos -a los que la edad y la salud se los permitía- para revivir los momentos en que fueron hacedores de historia, al lado del Presidente Venustiano Carranza, que siempre tuvo debilidad por Querétaro.
Al final solo quedaba él, Jesús Romero Flores, fallecido hace casi 30 años, a los 102. Me lo presentó uno de sus alumnos de la secundaria, Jorge Torres Vázquez, a la sazón presidente municipal de Querétaro (1973-1976).
Impresionaba la claridad de su pensamiento y su fortaleza, con nueve décadas encima. Era un hombre de ideales, de la estirpe del General Francisco Mújica, su paisano.
Hablaba de los debates y de sus amigos del grupo de liberales, como Terrones Benitez y Heriberto Jara.
Aquí en Querétaro era feliz. Vino por lo menos una vez al año.
Revolucionario de verdad, estuvo con Obregón en la batalla de Celaya y fue cercano de su también paisano Lázaro Cárdenas.
Fue diputado local y federal, además de senador de la República. Recibió la medalla Altamirano por 50 años de servicio a la educación, la Generalísimo Morelos del Gobierno michoacano y la más alta, la Belisario Domínguez, otorgada por el Senado de la República en 1976.
Vivió modestamente con su jubilación de profesor a partir de 1957 y hasta se desempeñó como director de la biblioteca pública “Melchor Ocampo” de la Cámara de Senadores.
Ya no hay de esos.
-EL HISTORIETARIO-
La botella.
Ya es bien sabido que los padres de la Constitución discutían no solamente en la Academia de Bellas Artes y en el Teatro Iturbide, sino en las cantinas cercanas, como El Águila de Oro y El Puerto de Mazatlán, pero hay una incógnita sobre la famosa botella de champán que el Presidente Venustiano Carranza hizo autografiar a los diputados al término de un brindis para que se la bebieran algún día los dos últimos sobrevivientes.
Don Jesús Romero Flores no supo nunca de su paradero.
Pero hay una versión del periodista Gustavo Adolfo Iram Ávila, según la cual ese elíxir de la historia se lo tomó un queretano.
Así lo cuenta:
“En la casa del prestigiado doctor Manuel Velasco Suárez, ex gobernador de Chiapas, se llevaba a cabo una cena a la que asistió el ideólogo Gustavo Hernández, uno de los hombres más inteligentes que he conocido, hermano de Silvia Hernández, ex senadora y ex secretaria de turismo con José López Portillo, y muy amigo del veracruzano Alfredo Bielma. Gustavo después de haber ingerido varias copas, descubrió en una esquina de la sala una vitrina que entre terciopelo albergaba una gran botella, mi tocayo sin más ni más sacó la botella, le quitó el tapón, que salió con gran facilidad, y empezó a apurar el contenido, en ese momento el hijo del doctor Velasco se la arrebató, pues era la botella firmada por los constituyentes, pero parte del contenido ya se la había tomado el buen Gustavo y ni siquiera era diputado”.
¡Imagínese!
-EL HISTORIETARIO 2-
El Champán.
Cuenta el citado Gustavo Adolfo Iram Ávila haberle preguntado por la mítica botella a don Jesús Romero Flores. “Aprovechando que estaba entrevistando al último constituyente, le pregunté si era cierto lo de la botella, y don Jesús me confirmó que era verdad, pero que ignoraba qué había sido de ella. Comentó que estaba enterado que la botella había pasado de mano en mano, y que alguna vez le dijeron que se había roto, incluso también le habían dicho que ya se la habían tomado, en fin se había perdido y jamás había vuelto a saber de la famosa botella”.
Al oír eso, su esposa María Pureco dijo:
-“Que ni aparezca, porque si se la toma mi Chuchito se me muere”.
Genial.
-BLANCAS Y NEGRAS-
Ilustres.
Gran logro el del regidor Francisco X. Alcocer, mejor conocido como Chicovel, el homenaje rendido este viernes por el Municipio capitalino a los cuatro diputados constituyentes del 17, como él lo propuso. Era justo y necesario, pero en 100 años no había ocurrido. Vale.
Aquí el delegado de la Secretaría de Gobernación, el priista mexiquense Juan Carlos Padilla, parece estar al servicio de los intereses del Gobierno panista, solidarizándose en sus vetos a medios de comunicación. Antes guardaba las formas.
Ya no.
Escaló a nivel nacional la nueva (¿?) crisis en la relación del Gobierno Estatal con la UAQ, derivada de la falta de apoyo presupuestal y el trato grosero del mandatario hacia el rector. La Jornada, como lo registró PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, dio cuenta del conflicto esta
semana.
Y el que no quita el dedo del renglón en el tema de la recolección de basura es el diputado federal Gerardo Cuanalo, que está exigiendo copia del contrato de la concesión otorgada por el Ayuntamiento a Red Recolector. El legislador panista está tomando una bandera que el PRI desdeñó. Ahora sí que era suya y la dejaron ir.
-CINE PLAZA-
Al servicio de su majestad.
El delegado de Gobernación muestra su entrega a los intereses del Virrey, en lugar de mantener una actitud de respeto y colaboración. Sin distancia, comparte las fobias y filias azules en contra de medios informativos incómodos.
Algunos entienden así la política.
-LA FRASE DEL MES-
Embolado.
Para que se le desenmarañen sus bolas al rector: Pancho Domínguez, gobernador.
Sin comentarios.
-JUGADA FINAL-
Fiesta
A las autoridades locales que mañana celebrarán orondamente el centenario de nuestra Constitución pasándose por el arco del triunfo la libertad de prensa y de expresión, consignadas en los artículos sexto y séptimo de la Carta Magna, un violador ¡JAQUE MATE!