PLAZA DE ARMAS
- Dirige Gilberto apoyo a grupos vulnerables
- El Gobierno está espantado, afirma Gurrola
- Desaprueba Kuri el mensaje presidencial
- Matan más los delincuentes que el Covid-19
Nunca algo chino había durado tanto: Sabino
Contingencia.
Esta cuarentena, la del Covid-19, será recordada por nuestro hijos y nietos como la fiebre de hace 100 años y la peste negra del siglo XIV, antes del descubrimiento de América, cuando la humanidad fue devastada y el hombre se reconoció en toda su vulnerabilidad.
Las imágenes internacionales son sobrecogedoras y las de aquí también con el acordonamiento de las plazas y el estrangulamiento de algunas vialidades, como Zaragoza, intervenidas por la policía.
¿Cuándo habíamos vistos cerrados los parques, las escuelas, las fábricas, las oficinas públicas, los centros comerciales, los gimnasios, los estadios, los teatros, los cines, restaurantes y bares? Sólo nos quedan abiertas ¡todavía! las iglesias, a las que no va casi nadie, los hospitales y sanatorios (benditos sean todos), las farmacias,los mercados y algunas tiendas de conveniencia.
Y todo en medio de versiones estrambóticas de toques de queda y estados de sitio que solamente del presidente de la República puede dictar y eso con el aval del Congreso de la Unión, lo que no ha ocurrido.
Vivimos sí circunstancias especiales, especialísimas, que solo un enajenado no puede entender y en las que el llamado a quedarse en casa desatendidos por quienes deben servir y abastecer a la sociedad o los que si no salen a trabajar -hoy a jugarse la vida- no comen.
Ve uno a los médicos, a las enfermeras y personal en general de las instituciones de salud,
a los policías que nos conminan a permanecer en casa, a los empleados del comercio que abastecen de productos de primera necesidad, a los trabajadores del servicio de limpia, a los taxistas, a los choferes del transporte público en general y a todos esos héroes de hoy que, si sobreviven, mañana serán testimonio.
Y acá en nuestro ámbito los voceadores en sus puestos para distribuir las publicaciones con las noticias -malas y buenas- y los motociclistas desafiando las restricciones a la libre circulación para llevar el periódico a las casas en donde estamos encerrados.
Nosotros no descansamos. Los medios electrónicos e impresos son necesarios para contar la historia de este tiempo, los hechos, las circunstancias y los personajes. Como tampoco
descansan algunas estructuras oficiales, de los tres niveles, ni la delincuencia organizada ni los políticos desorganizados para los que el tiempo corre y brincan hoy de un partido a otro, de una ambición a otra.
En medio de las circunstancias catastrofistas vemos crecer la cifra oficial de infectados por el Coronavirus y los traslados de enfermos del Sanatorio Santa Rosa al Hospital General o de otro de Soriano encapsulado en el mero día de la Virgen de Dolores, sin las tradicionales aguas frescas en el portal de Plaza de Armas o en el Museo Regional, nomás por recordar esta tradición, cancelada también.
Y comenzamos la primera Semana Santa sin visita a las siete casas, vía crucis, ni procesión del silencio, aunque eso sí con muchos judas y lavadas de manos de los que no saben qué hacer y esconden sus miedos y/o incapacidades en contagios reales o inventados.
Así, sin que nadie sepa cuánto va a durar esta situación, preocupados por los nuestros y los
demás, nos asombramos cada día con las noticias y las imágenes de la contingencia sanitaria que no conoció el mundo en un siglo y que es ignorada por la delincuencia organizada que en Guanajuato, estados del norte y algunos municipios queretanos, siguen matando más gente que el Covid-19, como si nada pasara.
Pero, bueno, hoy es lunes de Semana Mayor, que antes días de guardar para los creyentes
y hoy lo son para todos. Viviremos nuestra fe, los que la tengamos, en nuestras casas y observando todas las recomendaciones de la sanidad, porque -como bien ha dicho Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español- “el heroísmo
también es lavarse las manos”.
Amén.
-OÍDO EN EL 1810-
La diferencia.
Gilberto Herrera Ruiz, al que ya le anda al gobierno estatal por descartar como carta para el 2021, es uno de los poquísimos servidores de primer nivel que no se ha escondido y permanece al frente de sus responsabilidades, operando los apoyos del gobierno federal para los grupos vulnerables, mientras otros pagan entrevistas y comentarios en medios nacionales. El miedo no anda en burro.
-¡PREEEPAREN!-
Espantado.
Así ve el dirigente estatal de Antorcha Campesina, Jerónimo Gurrola, al gobierno
de Pancho Domínguez y a los presidentes municipales, que deberían estar viendo cómo y en qué les ayudan y no solo a que la gente vaya a pagarles los impuestos. Advirtió que el “quédate en tu casa” resuelve solamente la parte de la salud un poco, pero la misma necesidad lo hace salir a la calle a buscar en qué trabajar y se encuentran que en
muy poco por ahorita no hay mucho dónde losempleen”.
Jerónimo Gurrola consideró que, ante el panorama que se vive y ante la ausencia de programas de apoyo “el gobierno del estado está colapsado, esta espantado y no hace nada, aquí no se ve más allá de quédate en tu casa, no se ve alguna acción por más mínima que sea, nosotros como organización que, sí tratamos con la gente y que nuestros compañeros tiene que estar en sus comunidades, en sus colonias estamos viendo lo que pasa, la gente quiere quedarse, ellos y sus familias, pero tienen que trabajar”.
Así de fácil.
Así de difícil.
-¡AAAPUNTEN!-
Vista Real.
Desde su resguardo en el municipio de Corregidora, el senador Mauricio
Kuri González se pronunció en contra del mensaje del presidente Andrés
Manuel López Obrador, al considerar que desperdició la oportunidad de convocar a la unidades de los mexicanos y anunciar medidas extraordinarias
para enfrentar la pandemia.
El legislador queretano, coordinador de la bancada albiazul en la cámara alta y principal
aspirante del PAN al gobierno de Querétaro, ve un extravío en la prioridades y un discurso carente de profundidad y amplitud. Es más de lo mismo, dijo.
Mmm.
-¡FUEGO!-
Ana Paola.
Una niña de 13 años fue ultrajada asesinada el jueves en su casa de Nogales
Sonora, mientras se cuidaba de la pandemia. A sus familiares allá y
en Querétaro nuestra solidaridad que, desgraciadamente, es cada vez más inútil. Matan más lo criminales y la incompetencia oficial que el méndigo virus.
¡Porca miseria!