- Proyecto fallido de Calzada; lo paró Pío X
- Kuri y Murguía contra Reforma Educativa
- Costará 19 millones consulta de Bernardo
- Mayo de 80 y las lecciones de la historia
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Ícono.
A 280 años de su construcción, el Acueducto de Querétaro, obra cumbre del Marqués de la Villa del Villar del Águila, don Juan Antonio de Urrutia y Arana, es fiel testigo de la historia, sufrimiento y modernización de la ciudad, pero también –como lo apuntó alguna vez el alcalde Manuel Cevallos Urueta (+)- un monumento a la escasez del agua.
Bellos e impresionantes nuestros arcos, sí, pero un recordatorio de la histórica sed de los queretanos por un elemento que, dicen los que saben, será el móvil de guerras futuras.
Agua limpia necesitaba Querétaro hace tres siglos.
El historiador Manuel Septién y Septién, a quien este reportero tuvo la oportunidad de conocer y entrevistar, recordaba que la floreciente y opulenta ciudad colonial carecía de agua potable, pues las viejas atarjeas y cañerías que surtían a la ciudad, conducían aguas sucias y malsanas, a las que se les atribuía ser origen de numerosos males, entre otros “el de producir la locura en muchos de sus habitantes”.
Lo cierto es que los vecinos enfermaban y morían.
Hasta que las monjas capuchinas, llegadas venturosamente en 1721, para fundar el convento de San José de Gracia, pidieron al Marqués su ayuda para resolver el problema de salud que enfrentaba la comunidad.
Don Juan Antonio de Urrutia y Arana hizo el milagro del agua limpia y clara, no solamente para las religiosas, sus protegidas, sino para todos los queretanos, a través de 74 arcos con 1,280 metros de longitud. La obra inició el 26 de diciembre de 1726 y se terminó el 17 de octubre de 1738, costando 125 mil pesos, de los que él sufragó 88 mil.
Por este enorme servicio y muchos otros actos generosos, Querétaro recuerda con gratitud a su benefactor al que se le han dedicado estudios, ensayos y libros, y a quien el periódico PLAZA DE ARMAS ha tomado como emblema en el cabezal, desde la primera de sus 3,102 ediciones. Más aún, le pidió al ilustre artista Juan Velasco y Perdomo (papá de El Conchero y otras esculturas fundamentales de la ciudad) una réplica de la estatua de El Marqués, ubicada en el centro de nuestra Plaza de Armas.
Fue realmente su última obra porque murió el 23 de diciembre de 2014. Meses después, su viuda Elidia Sandoval de Velasco nos la entregó y desde entonces preside nuestra redacción.
Una estatuilla similar fue obtenida por el gobierno anterior para el Museo del Agua que se instalaría en la ex Hacienda de Carretas, como parte del ambicioso desarrollo urbanístico hoy llamado “Barrio Santiago”.
El proyecto interesó mucho al gobernador José Calzada Rovirosa que, como se recordará, hizo la intervención más importante de rescate del Acueducto en toda su historia.
En el tema del Museo del Agua participaron varios colaboradores, entre ellos Juan Antonio Isla Estrada, quien nos compartió que su realización fue un compromiso con los desarrolladores.
El entonces coordinador de asesores del mandatario estatal nos comentó que “se hizo la remodelación de la capilla, se hizo el guión a cargo del experto Antonio Loyola (quien aportó objetos como los moldes de madera para hacer el Acueducto), se reunió la museografia que aún está en alguna dependencia o en custodia del propio Manuel Oropeza. Sólo faltó inaugurarlo”.
Y es que, ¿qué creen?
El último secretario de Obras de Pepe, el famoso Pio X Salgado ya no quiso o no pudo darle acceso a la Avenida de los Arcos, argumentando falta de presupuesto. Eran los últimos meses de gobierno. Ya no querían más queso sino salir de la ratonera.
El esfuerzo fallido está documentado entre las obras de infraestructura cultural de ese sexenio. Jaime Font, titular de Patrimonio Estatal, puede dar testimonio de ello porque conoce de la gestión realizada y hasta del comodato que se firmó.
Hoy, nos dicen fuentes cercanas, los socios del ambicioso desarrollo Barrio de Santiago, a cargo del despacho Legorreta tienen planeado un Museo del Acueducto, porque la CEA quiere hacer, quién sabe dónde, el del Agua.
Ojalá y se hicieran ambos, especialmente el de los Arcos, en donde el próximo año estará inaugurándose el completo hotelero, turístico, comercial y habitacional más importante de la capital queretana, en un perímetro de protección al patrimonio cultural de la humanidad que el INAH ha vigilado desde sus inicios.
Y es que, ¡cuánta historia tiene la ex Hacienda de Carretas!, en donde Maximiliano pasó revista a sus disminuidas tropas en el Sitio de Querétaro de 1867, a punto del triunfo de la República –loor a Juárez- que celebraremos el miércoles próximo, y los Arcos, macizos y eternos, con sus más de 280 años, que trajeron el agua y la salud a los queretanos.
Claro que se merecen un museo.
O dos.
-BLANCAS Y NEGRAS-
Ya.
Se aprobó la nueva reforma educativa, con la oposición de la bancada del PAN en el Senado, encabezada por el queretano Mauricio Kuri González y con la participación de Lupita Murguía, por considerar que no garantiza una educación de calidad. La novedad es que ahora sí asistió el moreno Juan José Jiménez Yáñez a la sesión y votó a favor.
Otro que ya dio señales de vida es el diputado local Mauricio Ruiz Oláes, que subió a redes una foto con el súper delegado Gilberto Herrera Ruiz. El coordinador de la bancada Montessori de Morena, había guardado una sana distancia porque en el gobierno lo habían dicho que el problema era con el ex rector, no con él.
Nomás 19 millones de pesos costará la encuesta acordada este jueves por el Ayuntamiento de Querétaro con el IEEQ y con la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Querétaro, para saber cómo ejercer el presupuesto en colonias como La Luna, Desarrollo San Pablo y Lomas del Marqués. Eso no se le ocurrió ni a Marcos.
Hoy es 10 de mayo. Desde este espacio la más cálida felicitación de los armeros para todas las madres queretanas y en especial para mi adorada esposa y compañera, Magdalena Ramírez, por tanto en tantos años. Besos.
-EL HISTORIETARIO-
Mayo de 80.
Ya están muertos o retirados los principales protagonistas del Movimiento de Mayo de 80, que unió a los estudiantes de la Normal “Andrés Balvanera” con la UAQ y la comunidad queretana, frente a la tozudez del gobierno estatal que, no queriendo autorizar una biblioteca y un camión, terminó entregando las cabezas de media docena de funcionarios, entre ellos la de la primera y única procuradora, Hilda Martha Ybarra y los jefes policiacos dirigidos por Manuel Susunaga, ya fallecidos al igual que el gobernador Rafael Camacho, mientras que el entonces rector Mariano Palacios está dedicado a su despacho y Dolores González, dirigente estudiantil, litiga.
Cabe recordar que aquél 8 de mayo de 1980 los normalistas aprovecharon la visita del presidente José López Portillo que venía a inaugurar la asamblea nacional del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y Televisión (STIRT), del que era líder moral Rafael Camacho Guzmán y secretario general de la sección anfitriona el que esto escribe.
Los jóvenes trataron de interceptar el autobús presidencial, pero los cuerpos policiacos no solamente lo impidieron sino que los persiguieron y golpearon, incluso adentro de la Prepa Sur, violando la autonomía universitaria, con lo que la UAQ se declaró en huelga.
Querétaro vivió entonces un movimiento social y popular como no se había visto ni en la huelga del 58. Más de 10 mil personas participaron en las protestas frente a Palacio de Gobierno. Al final de cuentas y tras semanas de conflicto, el gobierno federal apoyó al estatal para que diera respuesta a las peticiones de los estudiantes, que ya incluían el cese de los funcionarios involucrados en la agresión.
Por cierto, las marchas y mítines fueron encabezados por el joven rector Mariano Palacios Alcocer que se convertiría dos años después en senador y más tarde, en 1985, sucedió a Camacho Guzmán.
¡Ah, la historia!
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Aclaración.
No hay daño patrimonial a la UAQ, lo que hay es una guerra sucia en contra del ex rector Gilberto Herrera, en la que golpetean también a nuestra Universidad: Teresa García Gasca, rectora, entrevistada por PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro. Lunes 6 de Mayo de 2019.
Así de claro.
-JUGADA FINAL-
Omiso.
Al ex secretario de Obras Pública, Pío X Salgado que no pudo o no quiso cristalizar el proyecto de su jefe para crear el Museo del Agua en la Ex Hacienda de Carretas, un antihistórico ¡JAQUE MATE!
Correo: venegasalarcon@hotmail.com