A pesar de que algunos sectores que han visto afectados sus intereses, el gobierno de la capital, ha metido en cintura a diversos grupos que operaban en la informalidad y fuera de la ley: Ambulantes en el centro histórico, franeleros en el Estadio Corregidora y, apenas ayer, vendedores informales en la Central de Abasto. Polémicas, pero necesarias acciones.
Cuando el río suena, agua lleva.