San Juan del Río.- El representante de pescadores de la comunidad de La Estancia, Alejandro Bautista,señaló que, derivado a la falta de lluvias, la presa Constitución 1917 se encuentra totalmente seca, lo que representa importantes pérdidas económicas para quienes viven de este oficio.
Detalló que cientos de familias de distintas comunidades, que se encuentran al pie de esta presa se dedican a la pesca y por ello, a la venta del producto, el cual, en muchos de los casos, se venden preparados en las palapas de La Estancia, el cual ha sido un punto reconocido a nivel nacional por la gastronomía a base de pescado fresco.
Indico que, quienes viven de la presa, como agrícolas, ganaderos, restauranteros, y productores piscícolas, han tenido que migrar a la cabecera municipal de San Juan del Río y Pedro Escobedo en busca de otras actividades que generen economía, “desde hace ocho años, no veíamos una sequia de estas dimensiones, la presa está totalmente seca”, señaló.
“El pescador de esto vive, y primero fue el Covid-19, ahora es la sequía, lo que nos está quitando la economía. Antes de que se secara la presa, alcanzamos a sacar de 8 a 12 piezas, ya para la comida (…) el turismo ha bajado mucho, ya no viene la gente, los restaurantes han estado cerrados”.
Recordó que el gobierno federal, les aporta un apoyo de 7 mil 200 anual, lo que no es suficiente para solventar la contingencia. “Ahorita estamos en lo peor, la gente ya no viene, antes venían a comer o a darse la vuelta en las lanchas, y los restaurantes que están funcionando, han traído el pescado de la central de abastos”.
“Tenemos que encontrar la manera de subsistir porque si bien nos dedicamos a la pesca, ahorita no tenemos actividad porque la presa está totalmente seca. El dinero que nos da la federación apenas nos alcanza para salir adelante por un par de semanas, entonces tenemos que buscar otras actividades económicas, ya sea en el comercio o trabajando en la industria”.
Comentó que, no solo los pescadores, restauranteros y lancheros han perdido, sino también el resto de los comuneros, que muchos de ellos, principalmente los jóvenes se dedican a trabajar como meseros o lavaplatos en los restaurantes, o bien las mujeres, venden pequeñas artesanías o golosinas a los visitantes. “Si la gente no viene a consumir, tampoco podemos pagar los servicios y salarios de los trabajadores. Estamos tratando de sobrevivir y se ha bajado el costo de las cartas, pero también ofrecemos música de banda en vivo durante los fines de semana”, explicó uno de los restauranteros.
Cabe señalar que, la presa Constitución de 1917 es el vaso de captación más grande del estado de Querétaro con casi 70 millones de metros cúbicos (cuando alcanza su máxima capacidad), agua que es aprovechada para el riego de cultivos, ganadería, piscicultura, entre otras actividades.