De aquí en adelante, –hasta el seis de julio– los mexicanos vamos a sufrir otra epidemia para la cual no hay vacuna ni terapia intensiva: la pastosa especie de la demagogia, cuyos pasos iniciales ya conocemos en la insufrible propaganda de los partidos políticos–, cuya perniciosa malignidad nos va a contagiar a todos porque para esa enfermedad social no hay vacuna ni remedio.
Los partidos políticos, financiados con dinero fiscal, reciben gratuitamente la materia prima de su contaminación: los anuncios en medios electrónicos –millones de “spots” –, son gratuitos y por eso tienen tan abrumadora abundancia.
Pero otras cosas no gratuitas pero igualmente fondeadas con dinero público, también inciden en la dispersión de la mentira política de los partidos: los anuncios en bardas y pasacalles; bardas, pintas y gacetillas.
Como todos sabemos en materia electoral el remedio empeoró la enfermedad. Si hasta antes de la sincronización de los procesos llenaba el calendario de elecciones aquí y allá y en aras de un malentendido sentido común se agruparon todos los comicios en una sola fecha (con pocas excepciones), eso no hizo sino crear una necesidad elefantiásica del Instituto Nacional Electoral cuya capacidad se ve por un lado exigida y por el otro mermada no solo por el recorte de sus presupuestos, sino por la crítica permanente de su aplicación de la ley.
Ya no digamos cómo se le ha intentado socavar la credibilidad desde la tribuna episcopal de la mañana, con un jefe de Estado pendenciero y faccioso.
Como se sabe este proceso comenzó en octubre del año pasado. Lo más notable es su enormidad. Se renovará la Cámara de Diputados, al elegirse 300 diputaciones por el principio de mayoría relativa y 200 diputaciones por representación proporcional; habrá quince nuevos gobernadores en otros tantos estados y en treinta entidades se instalarán nuevos congresos locales, además de miles de alcaldías.
Total, 21 mil cargos.
Pero más allá de los números este será el proceso más complejo y más difícil. Se presenta en medio de una epidemia sin límite ni remediop inmediato y bajo la metralla de un régimen hipócrita cuya función principal no es gobernar la Nación, sino someterla mediante el avasallamiento electoral a toda costa, golpeando a los contendientes, encarcelando o amenazando a los adversarios.
A esto en México le llamamos, democracia.
TAMAULIPAS
Robustecido por una labor reconocida hasta por sus adversarios, sobre todo en economía, desarrrollo educativo y la creación de mejores esspacios y oportunidades para las mujeres, el alcalde (con licencia) de Nuevo Laredo, Tamaulipas, Enrique Rivas Cuéllar se vio pronto ante el dilema de escoger entre su avance lógico (le esperaba una curul en San Lázaro, seguramente) o regresar al Congreso local para respaldar a su partido en las actuales circunstancias de dificultad política en el Estado.
Pudiendo saltar, como muchos hacen, a otra bancada o tomar otra bandera, sobre todo ahora, cuando Morena tiene abiertas puertas y ventanas, decidió actuar en favor de la causa y se impuso los deberes de la lealtad y vuelve al Congreso local.
Rivas Cuéllar recibió una administración con más de 900 millones de pesos en deuda y entregó la hacienda municipal con menos de 600 millones de adeudos.
Tiene mucho camino por delante.
OAXACA
Interesantes los datos proporcionados por el INEGI.
“(E.E.).- Al inicio de este año, Oaxaca, Sinaloa y Baja California fueron los estados que registraron los mejores resultados en tres sectores estratégicos del país: manufactura, comercio minorista y construcción. Y por ende, destacan en la recuperación económica nacional tras los estragos de la pandemia de Covid-19.
“De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las tres actividades económicas representan 34.2% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, por lo que su comportamiento da una lectura de cómo va el proceso de reactivación.
“Oaxaca fue la entidad mejor colocada.
“En manufactura, principal sector del PIB nacional con 17.5% de participación, obtuvo el segundo lugar en crecimiento anual durante enero del 2021, con una tasa de 33.4%, debido, principalmente, al aumento de 11.5% de su industria más importante: bebidas y tabaco (concentró 17.3% del total)”.
MARX
Se llama Marx Arriaga (en serio), y cobra como director de Bibliotecas en la 4-T- Para promoverse, les ha dicho de las mujeres: si quieren acabar con el machismo y lograr identidad, pónganse a leer.
Como quien dice: por no leer les pasa por encima el carro machista y acaban como ”lavadoras de dos patas”. Pobre idiota.