Se organizaron pensando en todo. Desde la señora con su anafre para los guajolotes y los tamalitos, fritangas y otros antojitos y hasta un grupo musical que les amenizaba la verbena. Así pensaban los vecinos de la colonia El Rocío iniciar los festejos patrios. Todo se acondicionó en la cancha de basquetbol. Ancianos, madres con sus hijos menores y parejas de novios se aglomeraron en el sitio. De acuerdo a Protección Civil, eran alrededor de 150 personas. Cuando aparecieron los inspectores de Protección Civil y trabajadores de sanidad, no impusieron mucho respeto a los colonos que les recibieron con chiflidos y recordatorios para el más antiguo de sus ancestros.
Sin perder la calma, los trabajadores municipales se fueron directo con el desentonado vocalista a quien le hicieron la seña para que dejara de cantar : “ ¡Que ya se acabó la fiesta!”, advirtió el músico en un afán de enardecer a los presentes. La rechifla y los insultos duraron hasta que llegó un importante número de patrullas de la Sspm y la Poes para contener cualquier acto de violencia hacia los inspectores. De mala gana, la gente comenzó a retirarse “Al llegar fuimos recibidos por chiflidos y gritos, por parte de los asistentes, mostrando inconformidad por dar por terminada su fiesta, alrededor de 30 minutos después y gracias al trabajo conjunto de los elementos de la Secretaría de Salud, de la Coordinación Estatal de Protección Civil, de Seguridad Pública del Estado y Municipal, pudimos disipar la fiesta”, dijo Carlos Di Bella, titular de Protección Civil Municipal.
Los vecinos de la Avenida Laguna accedieron a retirarse. No sin antes reprochar el porque “El gobernador si puede hacer su carnita asada y nosotros no”. Lanzaron otras consignas más directas al Ejecutivo estatal relacionadas con las recientes investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera. Al final, no hubo mayores disturbios en aquella colonia.
Hubo visitas a 48 establecimientos que permanecían abiertos después de las 6 de la tarde a quienes se les conminó a hacer el cierre correspondiente. Además, se decomisaron alrededor de 36 kilos de pirotecnia que se vendía de forma clandestina en la Reforma Agraria y Lomas de Casablanca.