Mario Carranza
Arquitecto de profesión, pero artista por convicción, Santiago Boldó es un autor que poco a poco ha ido creciendo en la escena queretana gracias a que recientemente ha dejado de lado todas sus actividades para adentrarse en lo que realmente disfruta: la pintura.
El artista nacido en San Cristóbal de las Casas, pero radicado en nuestro estado desde hace más de 30 años, platicó con PLAZA DE ARMAS, el periódico de Querétaro, sobre su nueva faceta y su obra llena de color, manejo técnico y, sobre todo, una gran imaginación.
PLAZA DE ARMAS (PDA): Hace dos años te entrevisté, y todavía tenías dividida tu vida entre ser un artista y atender tu negocio, pero ahora ya le entras de lleno a la faceta artística.
Santiago Boldó (SB): Sí, afortunadamente ya tengo oportunidad de trabajar en series, lo que hacía antes eran obras de una “cosita”, dejaba que pasara una semana, un mes… no le echaba ganas para hacer esas series. Ahora, además de ir aprendiendo, que es lo que más me gusta del arte, es ir experimentando.
PDA: ¿Cómo has evolucionado en estos dos años?
SB: Pues creo que ha sido bastante, sobre todo en que voy comprendiendo y disfrutando la pintada, la pintura. La pintura la tomaba con mucha “tensión”, me preocupaba por que estuviera bonita o bien ejecutada, ya no abuso del retrato, que todavía lo tengo, pero ya no tanto como antes.
PDA: Sí lo recuerdo.
SB: Recuerdo que la entrevista anterior la titularon “coleccionista de rostros”.
PDA: ¿Cuál es tu concepto como artista plástico del arte urbano?
SB: Antes que nada, es un término confuso y mal empleado, ya que arte urbano son la arquitectura, escultura, poesía, música y las tantas formas de arte que se encuentran dentro de la “ciudad”. La concepción que observo como la más reconocida es la de murales o “pintas” en la ciudad o el campo, ya da igual, que parecieran ser versión moderna de la publicidad, solo que ahora aterrizada en los artistas y su necesidad de marcar territorio. Sin embargo, en algunos casos aislados si encuentro que cumple con funciones que considero positivas o que me producen buenas sensaciones como lo son: la crítica, la denuncia y la movilización social.
PDA: Ahora ya entras a un colectivo. ¿Cómo ha sido este cambio?
SB: El colectivo ha estado bastante padre, bastante chistoso, ha sido aprender mucho y viendo los distintos artistas. A veces las cosas son muy fáciles, a veces todo se vuelve dificilísima, ya que, evidentemente, todos vemos las cosas de distinta manera. Es muy divertido.
PDA: ¿Cuál es la importancia de trabajar en colectivo hoy en día?
SB: El colectivo hoy y siempre ha sido una gran forma de atacar problemas complejos o de amplio espectro con resultados que van de lo sublime a lo macabro. Hoy en día, desde mi punto de vista, el trabajo en colectivo tiene varias vertientes positivas dentro del arte, principalmente señalaría el aprendizaje o retroalimentación entre los individuos de dicho grupo y de la comprensión de que siempre hay varios caminos para encontrar un bien común. Pero sobre todo el combate contra el ego y la fanfarronería si es que uno está dispuesto a aprender.
PDA: ¿Qué viene para ti en el 2020?
SB: Tengo varias exposiciones, una de ellas será en el Museo de la Ciudad, otra la estamos armando en colectivo para irnos a Perú, creo será a inicios del año. Aquí en Querétaro habrá varias muestras, y pues seguir con el proyecto “Brocha”, haciendo nuevas cosas.
PDA: ¿En estos dos años, has notado que el arte en Querétaro ha crecido?
SB: Sí ha crecido, como ha crecido la ciudad, la verdad sí he visto mucho artista de todos los estilos, antes había uno o dos de cada estilo; un hiperrealista, pinta monos, uno o dos de los que pinta paisajes. Ahora pues ya está más diversificado, hasta los que no son “artistas profesionales” pues ya han crecido. Todo mundo está aprendiendo de todos lados. Tienes Instagram y otros medios para inspirarte, antes eso no pasaba, solamente que fueras mucho a bibliotecas, ahora con un click tienes un mundo de artistas. Yo creo que sí ha avanzado el arte, eso sí, también creo que con las redes sociales, el ego de los artistas está casi indomable.
PDA: Hace pocos acabas de exponer en el MACQ, platícame de ello.
SB: Fue la exposición “En tiempos de Trump”, sobre retórica. La mía fue una obra collage mezclado con acrílico con varios temas medio escondidos, como los atentados, las torres gemelas. Es como un mapa de pistas que te van guiando para que veas quién pudo haber sido el probable ejecutor del 11 de
septiembre.
PDA: ¿Qué significó para ti exponer ahí´?
SB: La verdad significó mucho, nunca había estado en un museo así, ahora sí que lo “estábamos estrenando”, además me dio mucho gusto porque fue junto a muchos amigos de Tequisquiapan, que fueron los que organizaron, me la pasé muy bien.