JUEGO PROFUNDO
Proveniente del Bayern Leverkusen y con treinta y ocho años en sus espaldas, en 1997 la estrella alemana Bernd Schuster arribó a México como refuerzo de los Pumas de la UNAM. A pesar de haber jugado de manera brillante en los tres grandes de España (Atlético de Madrid, Real Madrid y Barcelona), su estancia en el cuadro de la máxima casa de estudios es considerada como un enorme fiasco. Solo disputó nueve partidos, no anotó ningún gol ni dio asistencias. Su paso por México es más recordado por su mal carácter, pésimo nivel físico y futbolístico y sobre todo por haber abandonado a los Pumas a media temporada por atenderse con un dentista en Houston.
También en 1997 y con 35 años de edad, José Mari Baquero arribo a México para reforzar a los Tiburones Rojos de Veracruz proveniente del FC Barcelona. Con un palmarés impresionante y considerado como una de las primeras espadas del Dream Team de Johan Cruyff; su paso por nuestro futbol fue más digno que el de Schuster, dejando únicamente destellos de su futbol, alineo en 17 partidos, anoto tres goles y dio una asistencia. Pobre estadística para su nombre.
En diciembre del 2005, también con 35 años, aterrizo en Sinaloa uno de los máximos entendedores y exponentes de la filosofía de Cruyff y de su “futbol total”: Pep Guardiola. Hablar de sus logros está de más, el nombre lo dice todo. Llego a México de la mano de Juan Manuel Lillo, que era en ese entonces entrenador de los Dorados de Sinaloa. Estuvo presente en 10 juegos y anoto un solo gol. Un paso poco memorable, es entrañablemente más recordado por el apoyo económico que daba a los jóvenes del club.
Estas tres contrataciones extremadamente rimbombantes de estrellas mundiales que llegaron con una edad considerada madura para el futbol profesional generaron mucha expectativa, pero la realidad es que, de futbol, hubo poco o casi nada. “Nadie es profeta en su tierra” y para muestra, la contratación de Oribe Peralta con Chivas. Por su edad, parte de la prensa y aficionados lo dan por “muerto”, cuando siendo realistas, Oribe ha cumplido, cumple y seguramente cumplirá con el verdadero significado de la palabra profesionalismo, ya que así se ha conducido durante toda su carrera. Las pasiones mal encausadas, la polémica barata y el circo en el que se han convertido las tertulias futboleras televisadas, se han empeñado en trasladar esa competencia deportiva en odio. El futbol mexicano es muy presto para copiar cosas de fuera; imitar no es malo, pero desafortunadamente copiamos las cosas no tan buenas, desgraciadamente la forma de alentar a nuestro equipo, es una ellas. Los hinchas, sus barras, sus cantos, su exorbitado odio al rival y toda su parafernalia, no forman parte de nuestra cultura, pero lo normalizamos. Hay idiotas que consideran que, si no apoyas y/o alientas de esa manera, no puedes ser considerado como verdadero seguidor de tu equipo. Y como ejemplo, señalo la despedida y bienvenida que ha tenido Oribe en América y Guadalajara. Por un lado, unos lo tachan de traidor y otros de “apestado”, cuando la verdad es que si hay algo que reclamar (y repito, en el caso de que hubiera algo por que hacerlo), debería ser con la directiva, ya que este fichaje llega 6 años tarde a Chivas. Oribe Peralta es de los jugadores que tienen una capacidad de adaptación superior al promedio. Sus números y logros tanto en equipos, como en selección lo avalan contundentemente. La escasa cantidad de delanteros mexicanos ha sido un factor para que Chivas tenga poco delanteros efectivos en los últimos tiempos y ha tenido que echar mano de donde puede, con resultados casi siempre negativos; pero también debemos decir que con figuras nacionales consagradas del gol, ha tenido relativamente buena fortuna, y al decir esto, me refiero a los casos de Carlos Hermosillo, Ricardo Peláez y Luis García, que llegaron a Chivas arriba de los 33 años aportando goles y seriedad al equipo.
Ha habido mas contrataciones de estrellas mundiales en nuestro futbol que llegan con edad considerable, algunas con excelentes resultados como Emilio Butragueño o “Bam-Bam” Zamorano, o mediáticas y eléctricas como la de Ronaldinho con Querétaro; pero en todas, incluyendo los fiascos y aciertos, tuvieron gran expectativa y fueron recibidos como sabemos hacerlo: con los brazos abiertos. ¿Por qué no hacerlo con el connacional que nos dio uno de los triunfos mas grandes de nuestro futbol en Londres 2012?
Para algunos, la llegada de Peralta a Chivas es “Horrible”. Yo soy de los que espera que su etapa en Chivas sea “Hermosa”. Al tiempo.
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