JUEGO PROFUNDO
Apenas hace unas semanas terminábamos de saborearnos las finales de los torneos veraniegos internacionales y así de rápido, de repente se nos han ido ya algunas jornadas la Liga MX. Cuatro jornadas que poco a poco van definiendo el rumbo y el estilo de juego de cada equipo. Cuatro jornadas de resultados incluso sorpresivos. Cuatro jornadas, y el aficionado de Querétaro tiene una gran sonrisa en el rostro.
Nadie, ni el más optimista de los aficionados hubiera apostado por la cantidad de puntos que tiene Gallos Blancos en este arranque de temporada. Y es que, si nos detenemos a evaluar los rivales contra los que se ha enfrentado el club queretano, estoy seguro de que en el análisis teórico que se hace antes de la temporada para presupuestar los posibles puntos que se obtendrán, contra Toluca Y Cruz Azul no se tenían consideradas esas victorias. Y es que no se trata solo de las victorias, sino de la forma de conseguirlas: Vucetich, sigue haciendo de las suyas. Después de un torneo para el olvido, el director técnico ha impregnado de su estilo a este equipo lleno de jóvenes que están entregados a su proyecto. Como comenté en columnas anteriores, Victor Manuel Vucetich se reafirma como la joya de la corona en la institución queretana.
A pesar de que el torneo es muy joven aun, es imposible no emocionarse con el paso de este equipo. Su entrega, sus grandes lapsos de tiempo de buen juego, la verticalidad y la seguridad que dan algunos jugadores nos hace creer que estos Gallos son de los mejores que hemos visto en años. Este equipo emociona, alegra, conecta con su público y le ha devuelto algo que hace mucho no se tenía: la sonrisa.
En estas semanas, en estos días, el aficionado de los Gallos Blancos se ha paseado orgulloso portando su escudo. En cada plaza, en cada centro comercial y en la calle misma, vemos los colores del club y esto también es fruto del buen trabajo mercadológico que se ha hecho. Las presentaciones de los jugadores, el partido de presentación contra el Betis y las campañas a través de redes sociales han sido atractivas y novedosas para un publico exigente al cual no le basta únicamente con la cercanía de cada quince días con su equipo; no, los aficionados actuales exigen información y variedad de contenido y el club queretano, sin duda ha sabido dárselo y el resultado está ahí, un sentido de pertenencia más profundo. El estadio Corregidora, como centro y corazón futbolero de Querétaro, ha bombeado por las venas de la ciudad a infinidad de aficionados llevando la camiseta, una ciudad azul y negro.
Los Gallos, en todas sus líneas han mostrado solidez y fluidez y especialmente ha habido algunos jugadores con desempeños muy sobresalientes, como el caso de Luis Romo y Jair Pereira. Claro que podríamos hablar también de los destellos futbolísticos que han tenido Fabian Castillo, Aké Loba y Alonso Escoboza, pero han sido intermitentes. En momentos apretados, desde mi punto de vista, los jugadores que han aportado un toque de calidad y experiencia superior al resto para sostener el equipo a ese nivel son Romo y Pereira y, además, ese nivel lo han mantenido los cuatro juegos. Hay jugadores que parecen hechos a la medida de un club y Jair hasta ahora ha empatado extraordinariamente con el equipo de esa manera. El “comandante” Pereira, al que muchos daban por muerto, ha teñido a la defensa con su carácter: siempre con el corazón por delante. Con su actuar fuera y dentro de la cancha, este jugador se está ganando rápidamente el amor de la afición
Y Romo. A sus 24 años es un joven que ha cumplido en los procesos formativos de los Gallos Blancos y hoy goza de la confianza del “Rey Midas” y de la capitanía del equipo. Es un jugador fuerte con cualidades interesantes dignas de importación. Su posición hasta ahora había sido meramente defensiva, pero la realidad es que se desprende con facilidad de manera sorpresiva para incorporarse al frente con excelentes resultados. Entrega, calidad y amor por el club, es lo que tiene el “Capitán” Romo en sus pies y corazón para gozar del idilio perfecto con la afición y nombrarlo como el nuevo estandarte de los Gallos Blancos.
Se ven y se vienen buenas cosas para Querétaro y más aun con las prontas reincorporaciones de Güémez (por lesión) y de Marcel Ruiz y Paolo Yirizar que vienen de ganar la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima. Con su probada calidad, ellos elevan el nivel de competencia interna dentro del equipo y el “Rey Midas” tendrá más opciones y variantes en pro del buen funcionamiento del equipo.
No podemos echar las campanas al vuelo, no podemos olvidarnos del objetivo principal: la salvación; pero hasta ahora, estas cuatro jornadas: El Rey, El Capitán y El Comandante, nos han dado alegría. Y la alegría es invaluable.
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