DESDE LOS BALCONES
Ha habido y habrá siempre, en cualquier equipo de gobierno, llámese gabinete, un problema de liderazgo, de supremacía política tácita, de peso específico de poder o como quiera llamársele al hecho de que las finanzas, las cuentas públicas, determinan de arriba abajo a un gobierno.
Esto se ve en todos las entidades del país, en donde los Tesoreros, o secretarios de hacienda locales, según se denominen, “son mano”, como luego se dice, a la hora de dar y repartir; de manera que el resto de los funcionarios tácita y abiertamente les rinden pleitesía, entre ellos todos los presidentes municipales, etc.
Esto fue lo que paso o con lo que “mareo”, el secretario de hacienda Carlos Urzúa. ¿Tenía o no liderazgo dentro del gabinete? No lo tenía y su misma personalidad dubitativa así lo expresa.
¿Pedro Aspe Secretario de Hacienda de Carlos Salinas, tenía liderazgo? Tampoco fue así; pero las condiciones políticas internas y el peso de las finanzas derivadas del petróleo, les permitieron a todos los secretarios de hacienda de aquellos sexenios, determinar sus propias condiciones de poder y control.
Francisco Gil Díaz, secretario de hacienda en el gobierno de Vicente Fox, fue un hombre sin brillo político, pero el haber sido subsecretario de ingresos desde el gobierno de Salinas, le forjaron una influencia tal y el reconocimiento de los actores políticos del estado, que cuando llegó a Secretario de Hacienda, hacía y deshacía, dada la elementalidad política y de toda naturaleza de Vicente Fox. Con él se creó Oceanografía y se propició el desmantelamiento de Pemex: fuerzas de trabajo y capital fijo pasaron a manos particulares. Los impuestos y los precios internacionales del petróleo de exportación lo resumen todo.
NI el Presidente López Obrador, ni Carlos Urzúa, su secretario de hacienda gozaron de estas ventajas y, por tanto, su relación hacendaria interna se agudiza y tiene expresiones como la quita de no pago de impuestos a por lo menos los diez o quince contribuyentes que nunca pagaron impuesto o se les devolvía. ¿Cómo no iban a ser fuertes los secretarios de Hacienda de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto?
Por eso cualquier medianía profesional se miraba grande, enorme con la administración de tan vastos recursos y por lo mismo, pasaron a segundo y tercer término los secretarios de gobernación respectivos, no así, de la misma manera los directivos de Pemex, que se alternaron en ambas carteras.
¿Esto lo entendió y lo asimiló cabalmente don Carlos Urzúa? Parece ser que no. ¿Y porque no fue así? Por la sencilla razón de que a él le tocaron las cancelaciones como la del Aeropuerto de Texcoco y se vió en la necesidad de doblar las manos ante los hechos consumados del perfecto atraco fiscal crediticio internacional de quienes montaron esa “perfecta” exacción especulativa del crédito público embarcado en ese negocio elitista.
NO hay que olvidar que nuestra relación como estado nacional, subordinado al capital mundial crediticio es enorme, mayor que lo que le pueda relacionar a España con Europa, por ejemplo; o hasta a Grecia con Europa, toda vez que la presencia del potencial de Rusia le ayuda a equilibrar sus relación económica y política, por la inversión inmobiliaria que esos bancos tienen en Grecia.
Por estas condiciones y por otras, la hegemonía interna de un secretario de hacienda, si bien sigue vigente, por constituir una de las bisagras fundamentales con la economía privada y pública; sin embargo, al no poder sostenerse las ventajas fiscales en favor de los grandes capitales privados y externos, el poder de negociación de un titular de Hacienda, se ve enormemente disminuido.
La relación con los gobernadores de los Estados, atraviesa por las mismas constantes FINANCIERAS, limitadas al extremo.
Para hacerse de algún liderazgo o de un reconocimiento fundamental entre el resto del gabinete, tendría que irle a la mano al Presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañarlo en sus desplazamientos, estar en sus conferencias y ser menos hombre de gabinete; pero al parecer su formación y su mentalidad no se lo permitieron.
Todo lo que digan los panistas sale sobrando. Los mueve la malquerencia a la 4ª. T y al pueblo de México, ellos con tener plurinominales se conforman y lo caiga es ganancia.
¿Qué se le atravesaron en el imaginario o en la realidad diaria distintas personalidades? Demos por descartado que así fuera y así va a seguir aconteciendo, pero a don Carlos Urzúa jamás se le ocurrió realizar un trazo de plataforma teórico programático que reflejara algo de los fenómenos que aquí anotamos.
Piénsese en quienes colaboraron en parecida posición en Norteamérica, en la URSS, en sus distintos períodos, ahora mismo en China, Alemania e Inglaterra, aunque en algunos de estos países las cosas financieras se abordan en las Cámaras.
UN ejemplo menor y final, ¿por qué Del Prete Tercero le lleva la delantera a las mismas finanzas estatales? Es muy sencillo saberlo con muy poco de esfuerzo.