DESDE LOS BALCONES
El ganso voló como cóndor por encima de los Alpes y el Océano Pacífico.
Juan Evo Morales Ayma, tiene una base social estructurada sobre la renta cocacolera campesina de poco más de 90 mil hectáreas de El Chaparé; el mundo indígena boliviano, cuenta con casi dos millones de almas y esto se extiende y ramifica en la imaginación mítica de las masas populares de varios países de este enorme con sur.
Bolivia cimbra a las masas populares chilenas que ya llevan varias semanas en lucha de cívico política; otro tanto ocurre en Argentina, donde acaban de ganar las elecciones presidenciales.
Brasil, su gobierno cívico militar, tuvo que abrirle las puertas de la prisión a Inacio Lula Da Silva y la recesión económica mundial golpea a todas esas naciones por parejo.
El proceso electoral norteamericano y el de su enorme economía corre parejo con todo ello; China, junto con la India y Rusia tienen que ver en estos procesos de naturaleza económica y política; hoy Sudamérica ni sus ejércitos, son lo mismo que lo eran en 1970, otras son las condiciones táctica y estratégicas de equipamiento internacional; por todo ello y por más, México adoptó una política internacional acorde a sus tradiciones diplomáticas y a la altura de las circunstancias.
Golpe de Estado o no en Bolivia, eso no ha solucionado nada, sino empeorado y agudizado las cosas en toda Latinoamérica, especialmente en el Cono Sur. A grandes rasgos estas son las condiciones de todo tipo que revela la famosa “GEOPOLITICA”, que tanto invocara el mismo Augusto Pinochet.
A las minorías de la derecha mexicana, RESIENTES EN EL DISTRITO FEDERAL Y EN OTRAS CAPITALES DEL PAÍS, FINGEN QUE LES ASUSTAN LOS DERECHOS HUMANOS TALES Y CUALES.
¿Se imaginan una Bolivia en Sonora, ladrona y cupular, como la de su ex gobernador solventando juicios penales por tantos cuantos cientos de miles de millones de pesos de “acumulación originaria” del presupuesto estatal y federal de entonces? Pelean por migajas presupuestales, en el momento en que la economía mundial se debate por fuentes de valor del tamaño de las reservas petroleras del Golfo de México y de lo que puedan acopiar en Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador. ¿Qué les demandan las masas agrarias indígenas? Que les permitan supervivir con sus magras rentas de lo que sea; que los dejen vivir, que no los balen por unas cuantas porciones de maderas preciosas, que al final otros valorizan en el mercado nacional y extranjero.
La derecha nuestra de toda laya, se desvive por levantarle cortinas de humo políticas por esto y por lo otro al Presidente Andrés Manuel López Obrador y fingen creer que su individualidad política es la sustancia del absolutismo fascista imaginario en que se metieron desde cuando “Cardenas, nos dio la Tierra”, como escribiera alguna vez un periodista mexicano que tampoco fue de izquierda, igual que Carlos Denegri y un montón de los mismos que han florecido ahora con toda clase de concesiones.
Sudamérica se halla al borde de un gran cambio, uno más en su ya larga historia retrasada y estorbada de mil maneras; Sudamérica tiene alrededor de cerca de mil millones de habitantes y una burguesía interna e internacionalmente rentista de los beneficios del capital mundial. ¿Cuándo y cómo se finiquitó ese proceso de supervivencia del subdesarrollo y de saqueo? Esto es lo que vamos a ver y a enterarnos, en medio de todos los cambios que se den de norte a sur de este hemisferio, casi intocado desde la vigencia de la Doctrina Monroe.
Juan Evo Morales Ayma no se ha ido de la política y los intereses de subsistencia de las inmensas masas indígenas de Bolivia y de todo el Continente. México ha estado sobradamente acertado en proporcionarle abrigo a este dirigente de un corte y un perfil social campesinista singular, que todavía cimbra a todas esas naciones que sólo vieron asomos de reforma agraria y que sólo tiene como refugio sus mitos y sus cantos que, también hablan de la historia. La de ellos, la de todos. José Carlos Mariátegui, el de los Siete Ensayos de la Realidad peruana, sigue rondando y lo propio que realizaron Tupacamaru, y Caupolicán, según evocación en el discurso de Salvador Allende.
Que la Pacha Mama no volverá al Quemado de los poderes de Bolivia; proclama el fascismo emergente boliviano. Ni permiso les va a pedir. Está ahí dentro y no se ha ido nunca; ténganlo por seguro. SOLO EMPRENDIÓ UN PERIPLO EN EL CONDOR MEXICANO QUE LO VINO A DEPOSITAR EN EL TEOCALLI DEL ANAHUAC.