DESDE LOS BALCONES
Con un origen común, aunque diferente, Juan Evo Morales Aymara y Andrés Manuel López se han encontrado dentro de la misma coyuntura internacional, en lucha contra el subdesarrollo y la corrupción política de sus países.
Hermanos sociales y políticos sí, colocados cada uno en planos históricos distintos.
AMLO, producto social del sureste pobre tabasqueño; EVO Morales Aymara, proveniente de una familia indígena pobre, habitante de una aldea con chozas de paja y barro, que deambula en la pobreza marginal rural a cuestas, hundido en un mundo social olvidado, segregado, hostilizado, discriminado y afrontando hambre y carencias.
AMLO, pobre y clase mediero, en medio de una burguesía propietaria y ganadera, por fuera y por dentro del poder estatal y él un muchacho con sueños heredados de ascender socialmente por medio de la formación universitaria larga y escabrosa, como muchas.
Bolivia no se parece a Tabasco, si acaso por la estadía de los antiguos pueblos y las viejas cultura: el Tihuanaco y lo Maya, en el segundo caso lacandones con quienes bregó por años el ahora Presidente Mexicano.
Socialmente más accidentada social e históricamente, la vida individual y social del hermano Evo, pero al fin y al cabo diferencias de grado ciertamente “pavorosas”, que en cuyas hondonadas se atrancan y viven miles de seres humanos que luchan por vivir y sobrevivir, como clamara Patrice Lumumba, en su poema himno que más o menos dice: “llora, amado hermano negro, por los siglos de muertes bestiales…”
Desde esa anchurosa realidad honda y perdida proceden estos dos hombre americanos, el uno aymara, el otro del sureste mexicanos agrario marginal, encontrándose con una burguesía que asciende de las enormes acumulaciones capitalistas de la madera de Chiapas, transportada la corriente del Río Usumacinta, el que luego se junta con el Grijalva.
Dos mundos, dos realidades; la peor o la mejor suerte para cada uno y las condiciones históricas que los moldean por igual a ambos.
Juan Evo Morales Aymara, ya convertido en un hombre social perteneciente y actor de la política mundial.
ANDRES MANUEL LOLPEZ OBRADOR, un gran mexicano en el umbral de la historia mexicana y ya adentrado y actor de la historia moderna mundial, a quien toca darle la mano al derrocado presidente boliviano en píe de lucha, como en n
El mundo entero registra estos encuentros de dos lejanos hermanos que hoy encuentran.
Parecidos malquerientes de clase tienen ellos aquí y allá, parecidos desafíos y quien sabe cuantas adversidades más; Evo, como Juárez, ha dado con uno de sus menores aliados y uno y otro, AMLO Y EVO; DESAFIANDO LA HISTORIA Y A LA ZOOLOGIA POLITICA DE LAS CLASES DECADENTES Y EXPLOTADORAS.