DESDE LOS BALCONES
Ya el director del Banco de México, Lic. Alejandro Díaz de León Carrillo, adelantó la subjetividad, supuestamente teórico económica a que se atienen los detentadores del capital privado y los rubros del gasto a qué quieren someter al Estado Mexicano, vía presupuestal, discrepando en todo y por todo, como ha venido sucediendo desde Luis Echeverría a la fecha, con grandes “momios” a su favor, tal y como aconteciera a lo largo de la privatización y el endeudamiento público y privado, que tiene a la economía mexicana atada a los grandes ciclos del capital mundial, sin que quieran y admitan tamaña contradicción que nos subsume a la capitalización especulativa accionaria, sin frenos ni medidas competitivas, como tanto alega el director del BANXICO.
Vendrá un debate agudo, confuso, contradictorio y caprichoso a más no poder. Este jueves 22 de agosto del 2019, por caso, se da un asomo de lo que será ese debate artificial, amarrado, sujeto a las constantes de los intereses particulares de unos cuantos. En el programa radial de Carmen Aristegui, intervinieron dos personajes que plantearon insistentemente dos cosas: Una, la recuperación de la “inversión especulativa” del aeropuerto de Texcoco y la cancelación de inversiones como DOS BOCAS, la refinería; así como la suspensión de la obra del Tren Maya.
En conclusión, quienes hacen tales adelantos, apoyados en las tesis del director del BANXICO, QUE HABLA DE INCERTIDUMBRE INTERNA Y FACTORES EXTERNOS ADVERSOS, PRETENDEN O PRETENDERÍAN QUE EL PRESIDENTE ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, SE CONVIERTA EN UN PRESIDENTE AL ESTILO BOLSONARO, O CUALQUIER SUBSIDIARIO MACRI, ARGENTINO, QUE DESPUES DE REVOCAR LA SUSPENSION DE PAGOS DE LOS FONDOS BUITRES ARGENTINOS, HOY SE DEBATE EN UNA DEBACLE ECONOMICA, QUE DESDE LUEGO NO ES EL RESULTADO DE LA CERTIDUMBRE QUE LE DIERA AL CAPITAL MUNDIAL Y A LOS INVERSIONISTAS DE SU PROPIO PAÍS.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, prudentemente en la misma mañera de este día, eludió referirse a las declaraciones y en los términos del director de BANCO DE MEXICO, al que le refrendo su total respeto a la autonomía y a lo expresado por el licenciado en economía del ITAM, Alejandro Díaz de León Carrillo, delfín del inefable Luis Videgaray Caso, que tan portentoso impulso diera a la economía mexicana, con un exorbitante sobregiro de más de 2 billones de pesos, algo así como alrededor de 200 mil millones de dólares.
¿Qué no con esta tamaña “inversión” y sobre giro presupuestal de Peña Nieto, el país debiera estar son trabas en su desarrollo y crecimiento, igual denominen una cosa u otra, como si tratara de una misma identidad económica sin que lo sea?
Si fue tan correcta y ortodoxa la inversión pública a lo largo de al menos tres sexenios, ¿cómo es que ahora la economía mexicana acusa tales incertidumbres y quebrantos?
Nada dicen de si los síntomas recesión de la economía mundial, son causa o efecto de la economía mexicana, sino que se limitan a proponer que el gobierno mexicano gaste al contentillo de unos cuantos poderosos, porque con esto, según ellos, se dará un ábrete sésamo mundial de ganancias y plusvalía en la economía nuestra, mejor dicho de ellos.
El debate va ser ríspido, extremoso y revanchista a más no poder contra el Presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque bien vistas las cosas, los grandes capitalistas, llámense Slim, Bailleres, Larrea, BANORTE; etc., por nombrar unos cuantos, han comprendido que más les conviene no cegar sus fuentes de ganancia y valor, sus rentas en los servicios y la parte que les corresponda dentro de los dividendos accionarios internos y mundiales, que pretender desarticular un país, con una economía tan “estratégica”, así sea pequeña y nacional, frente a la masa de valor descomunal de la economía mundial, en donde Alemania anda dando tumbos y otras grandes economías claves.
Hablan a trompa talega de China, pero evitan cualquier análisis de su mercado interno y externo, como también omiten referirse a los 700 millones de trabajadores que han alzado esa economía, la mitad o casi la totalidad de su población. Miles de cuestiones ignoran y pasan por alto de la historia de economía nuestra y de la economía mundial, como también para nada refieren el carácter “faraónico” que revistió la obra aeroportuaria de Texcoco, el costo de su rescate a que la condujeron y que fue el gobierno de AMLO tuvo que soportar tamaños gastos y sin que sepamos quienes sacaron dividendos de todo ello.
¿Será que los oligarcas de la riqueza dineraria sabrán rectificar sus errores, o se atendrán a los prejuicios párvulos, peor concebidos, de su precaria oposición legislativa que le apuestas más a las plurinominales que a las cuotas de inversión real y efectiva? Eso lo veremos.