DESDE LOS BALCONES
Hoy que tanto se simulan reales y apetentes preocupaciones por los crímenes que se abaten sobre el grande y portentoso Estado de Veracruz, conviene ponderar las cosas y ahondar en la realidad económica de donde se alimenta este torbellino criminal, al igual que otros intereses que han crecido en ese punto neurálgico, que siempre fue el Viejo Puerto México, como en algún tiempo se le denominara a COATZACOALCOS.
Intentemos entrar en materia. Grande y costosa obra pública federal, local y trasnacional ha pasado por Coatzacoalcos en los últimos 40 años. Este es uno de los bloques con se sostiene y rebota toda especie de crimen organizado. Esto sucedió y sucede en Palermo, Sicilia, en Chicago y en Nueva York.
Nada es nuevo es materia de criminalidad organizada y no organizada. Las grandes inversiones de infraestructura de todo tipo, incluyendo en ella la burbuja inmobiliaria y la especulación de tierra que, de pronto pasa de ser propiedad parcelaria a la especulación de vivienda y comercial, dan por consecuencia todos estos fenómenos una gran descomposición capitalista, que de pronto pasan de los precios de la tierra, a los de la construcción, a las rentas comerciales e industriales y a múltiples actividades económicas de baja o pobre rentabilidad.
Si no se analizan estas perversiones capitalistas especulativas, nada se entiende de la atroz realidad, que en forma de crímenes, se manifiestan en Coatzacoalcos.
Toda la importación descomunal que se hizo para la obra petrolera, CANTAREL, ENTRE OTROS, Campeche y Tabasco en la parte central en que se hallan involucrados, se realizó a partir del Puerto de Coatzacoalcos, por esa Aduana y al margen de la misma.
Toda esa inmensa riqueza que significó esta inversión petrolera, de exploración, de dividendos por enormes y cuantiosos alquileres de bodegas, establecimientos y residencialismo caro de técnicos e ingenieros, se vino a la baja con las políticas se reestructuración externa de las concesiones petroleras Peña Nietistas.
Cada fracción aislada y en conjunto de este capital de inversión y crediticio que fluyó por Coatzacoalcos, contribuyo al cambio y a la corrupción política local y también federal de por los menos seis o siete gobiernos estatales y Federales. No es ningún misterio descubrir esto, más misterioso es no reconocerlo y quedarse en la superficie sangrienta de los crímenes ominosos que hoy se cometen en los giros negros con que se llenó Coatzacoalcos y el sur, centro y norte de Veracruz.
Llegados hasta este punto, cabe preguntarse, ¿qué gobernadores de Veracruz, a partir de don Fernando López Arias, fueron “omisos”, como ahora se dice, con el bienestar y el desarrollo social, económico y político de Veracruz?
López Arias era del profundo Veracruz, Suchilapa y en su juventud militó en el Tejedismo, quizá el mejor gobernador, este último, que nunca más volvió a tener Veracruz, al lado del General Cándido Aguilar y el general Heriberto Jara, al que la derecha Alemanista tanto atacó.
Murillo Vidal, Hernández Ochoa, Patricio Chirinos, Acosta Lagunes, y Fernando Gutiérrez Barrios, al que le sigue Miguel Alemán Velasco, ante Dante Delgado y sus contradicciones con Miguel Angel Yunes Linares, marcan, estos últimos, la descomposición al extremo “del bajo imperio del narcotráfico y otros bisnes en que cayera la realidad Veracruzana, y el logrerismo político de Fidel Herrera Beltrán y su continuador JAVILU, hoy en la cárcel.
Esa negra y oscura realidad de apropiación originaria en que recayera el portentoso Estado Veracruzano, es lo que miramos discurrir en forma de giros negros, crímenes atroces y una polución de todo tipo del siempre contaminado Puerto de Coatzacoalcos, tan querido y admirado por todos los lugareños desde San Andrés Tuxtla y más al sur hasta lindar con Tabasco.
El PAN, por ejemplo, llegó a postular a los familiares de Cirilo Vázquez Lagunas, que sentó sus reales en Acayucan y marca el fin del latifundismo ganadero, por el del narcotráfico y sabían y saben a quién postulan como sus aliados; lo mismo que volvió a repetir con los linajes de Miguel Angel Yunes Linares, donde domina hasta ahora en el Puerto de Veracruz y Boca del Río, otro ensayo menor o mayor, según se vea, del convulso Coatzacoalcos que hoy se desangran por sus giros negros.
¿Qué puede hacer la Guardia Nacional, por ejemplo, frente a toda esta realidad tan enmarañada a que se enfrenta en la peor oscuridad de un ciclo económico internacional que afecta a toda Latinoamérica?
Como el tema es extenso e intenso, le cortamos aquí por un momento, para luego reseñar parte de la historia política compleja del gran y entrañable Estado de Veracruz que tanto quiero y cuya entrañable afecto por el mismo compartí y viví en mi corta estadía por la UNIVERSIAD VERACRUZANA DE MIS MEJORES RECUERDOS, CON EL YA FALLECIDO Y ENTRAÑABLE COMPAÑERO MARTIN CHAVEZ MENGELLE, DEL MERITO DE VERACRUZ. ¡Hasta entonces…! Como bien escribiera don Vicente Lombardo Toledano, que tanto sabía de antropología y de otras materias.