DESDE LOS BALCONES
Al parecer, este sábado próximo, AMLO vuelve a pisar suelo queretano, esa ciudad proverbial por donde han transitado nuestras contradicciones históricas, desde el brutal choque entre los pueblos chichimecas, en este caso Pames, y la potencial feudal española que, gracias a la apropiación de las renta ganadera y minera de las tierras semiáridas, pudo realizar esta última un intercambio de beneficios con el mundo mercantil europeo y asiático, que en otro nivel de desarrollo tenía lugar con Inglaterra, Holanda y Francia, tanto como con las colonias del Medio Oriente, que vinieron a menos por el potencial abierto en lo que se llamara Hispanoamérica.
Querétaro es un trasunto de esa enorme realidad mundial, lo mismo que Guanajuato, Michoacán y San Luis Potosí, esta última entidad política que no lo era entonces, pero que sin embargo ya cobijaba en sus bosques a todas aquellas etnias indígenas que tan poco conocemos hoy en día.
A esta tierra queretana llega el nuevo Presidente de México, AMLO, a constatar los hechos de sus políticas sociales de bienestar en favor de los jóvenes que estudian y de los que se enrolan en el aprendizaje y la capacitación para el trabajo y, sobre todo, para los hombres y mujeres de la tercera edad del campo y de la ciudad, que tanto lo necesitan.
Grave y profundo contraste hay entre la ciudad y el campo queretano, lo mismo que en el país y, estas políticas de bienestar social apenas constituyen un paliativo, pero reformas sociales de bienestar al fin y al cabo, ganadas a pulso por las masas electorales populares que le dieron su voto a don Andrés Manuel López Obrador, un hombre que conoce los rigores del marginamiento social y económico por haberse sobrepuesto y desarrollado en esa adversa realidad.
Esa es la clave de la popularidad y apoyo social que tiene el Presidente Mexicano a lo largo y a lo ancho del país, algo que no entienden sus detractores que los tiene y son de todos tamaños.
Hoy que se mira en incendio de casi 2 mil hectáreas boscosas de la Sierra Gorda, con esa realidad llega a Querétaro AMLO, y con ello seguramente se tratará de distraer su atención ante esta adversa situación donde se carbonizan áreas tan vastas del hogar que lo fue de la etnia PAME.
Así y todo, Querétaro, especialmente los habitantes de su capital del mismo nombre, volverán a recibir con la calidez humana popular, que siempre ha demostrado y probado, a su Presidente Mexicano elegido por ellos y que ahora, junto con él, testimoniarán si sus medidas sociales de bienestar se cumplen en la práctica y están surtiendo efectos.
Divergencias aparte, con estas políticas Obradoristas, en Querétaro han tomado realidad y avanzan, pese al pesimismo calculado y al rechazo calculado por sus alcances y repercusiones de ruptura con el clientelismo de todo color y sabor.
El doctor Gilberto Herrera Ruiz, ha trabajado días enteros, durante meses completos, sin interrupción alguna, para depurar los padrones ya existentes e incorporar en esos nuevos programas a la población ya beneficiaria y a quienes por primera vez ingresan a los mismos; no sin antes haber sorteado infinidad de intereses, cuestionamientos, mezquindades y ruindades políticas clasistas de todo tipo; pero que al fin de cuentas dichos programas ya se encuentra en marcha, cristalizadas, todos y cada uno de los capítulos de estas importantes reformas sociales de bienestar, que acreditan y corren al parejo, a favor del OBRADORISMO NACIONAL que recorre el país entero. En buena hora por Querétaro y por México.