CALZADA EN EL HORARIO DE LA POLITICA
Desde los Balcones
Nadie sabe por donde vayan a correr los torrentes de la política nacional.
El país está que arde y la inconformidad crece por fuera y dentro de los partidos. Vivimos tiempos de prueba, de dificultades mil, aunque bien a bien, ¿quién puede decir si la reforma energética fue un acierto y la pérdida de las rentas petroleras, no causaron estragos y daños parecidos a los que se ocasionaron a la URSS?
Estos y otros muchos problemas tienen abrumado a México, como en ningún otro tiempo, de 1810 a la fecha.
¿Quién iba a imaginar que nuestro país estaría en el centro de las grandes crisis mundiales del capitalismo más exacerbado del imperialismo norteamericano que apenas surge en la década de 1870 y rápidamente se despliega sobre el feudalismo minero mexicano que cargábamos a lo largo de 300 años.
México fue sometido a una explotación despiadada de tipo colonial, de ahí que de 15 millones de indígenas, en los albores de la Independencia quedaba de esa población escasos 4 millones y esto siguió asi a lo largo del siglo XIX y hasta 1910 teníamos escasos 15 millones de peones acasillados, sin tierra y sin medios de trabajo.
Dígase lo que se diga, fue la Revolución de 1910 lo que hizo de México el país en que hoy viven más de 120 millones de habitantes, cuando en 1940 no se sobrepasaba los 35 millones.
Del general Lázaro Cárdenas a la fecha todo cambió, lo quieran reconocer unos y otros. Aún ahora, a estas fechas, la burguesía se ha olvidado de quien forjara las condiciones en que se ha desenvuelto un capitalismo deforme sí, pero al fín y al cabo más exitoso que muchos pueblos que han bregado, con el nuestro, agrupados en los países del Tercer Mundo.
No todo va a resolverse y, acaso, ni siquiera plantearse debidamente como nos conviniera en el siguiente sexenio. ¿Por qué? Por el peso externo mundial, cuya crisis se advierte cruel y difícil en el mundo entero, empezando por nuestro vecino norteamericano.
No se mira que el PAN tenga un peso decisivo y sus gentes son apenas recién salidas o recién ingresadas a la vida social de las numerosas clases medias; carecen de la organización y el empuje de masas de quienes van a intervenir en el 2018.
Si yo fuera de su familia o su amigo, le aconsejaría que mejor se escondiera, pero esta actitud y estos consejos no se estilan en política. Es lo mismo que la vida, nadie le dice a uno con qué instrumental vital se vino a la vida y a qué dificultades se va enfrentar; por eso el ex gobernador de Querétaro quiera o no quiera, le toque o no le toque, está en los mejores cálculos del reacomodo de las fuerzas internas del más viejo y, quizá, más desgastado partido político de México. Así se miran las cosas y 2018 se ve envuelto en nubarrones espesos y tormentas sociales sn fín. ¡Hagan sus apuestas señores! Como se dice en los gallos.