DESDE LOS BALCONES
AMLO, SU DIMENSION INTERNACIONAL
Para muchos resulta poco explicable, que un dirigente político mexicano, en este caso el discutido y polémico Presidente de los Estados unidos Mexicanos, AMLO, comience a ser visto como una figura de corte mundial, especialmente en el ámbito latinoamericano donde tantos dirigentes valiosos se han levantado y caído, precedidos por la historia y las circunstancias que acompañaron hasta ahora de Evo Morales y a Luis Lula Da Silva, ex presidente de Brasil y preso político en su propio país.
Larga es la reseña de los hechos y acontecimientos como se ha ido forjando la fisonomía política nacional e internacional de AMLO.
Combatido por la derecha de todos los tonos y colores que hay en el país, estos mismos detractores han contribuido al agigantamiento paulatino del nuevo Presidente Méxicano; si uno lo observa en sus recorridos por todos los Estados de la República, puede verse el carisma y el cariño con que la población escucha, en lenguaje simple y sencillo, sus propuestas de bienestar social que comprenden todo el espectro generacional, en forma de recoger y ver por sus necesidades y exigencias más inmediatas y mediatas de trabajo y superación social a toda escala.
La visita del Presidente Español, Pedro Sánchez, que recién está transcurriendo, permite atisbar el liderazgo internacional con que se perfila la figura de nuestro famoso Andrés Manuel López Obrador. ¿Cómo el mundo se ha percatado de este tamaño ascendiente social y político del Presidente Mexicano, si la prensa mundial poco se ocupa de lo que ocurre en la política interna del país?
Esa dimensión se la da la lucha contra corrupción y cada suceso, algunos de ellos trágicos y contrarios a los más caros objetivos de su política, pero que al fin de cuentas la opinión pública mundial y la nacional saben muy bien discriminar, distinguiendo entre lo que son trampas de la delincuencia organizada y el recto y recio actuar de la lucha que se libra contra la impunidad y la corrupción en México.
El trato directo y diario de los problemas nacionales, le ha dado a AMLO una presencia central ante el país entero, donde si bien no se superan en definitiva los asuntos relacionados contra los dos problemas fundamentales que se atacan, a más de enarbolar las políticas de bienestar social que se proponen y que empiezan a despuntar con sus beneficios a amplias masas de la población nacional; con todo y el cuestionamiento diario y el desgaste personal a que se le somete por parte de algunos comunicadores; sin embargo, todo ello no le ha impedido calar hondo en el ánimo y en el sentimiento popular de los mexicanos.
Esto último es un proceso que hay que analizar con detenimiento, mayormente cuando los intereses atacados por la corrupción en Pemex, dejan ver las llagas y los lastres a que estuvo sometida la gran conquista histórica del General Lázaro Cárdenas del Río, sin que su derrumbe total se haya conseguido como se lo propusieron todos los tecnócratas y las agencias bursátiles calificadoras de lo que a ellas les conviene: que nunca se industrialice el petróleo mexicano; que nada se pueda realizar con las fuerzas productivas de México, como no sea a expensas de los grandes lobos del crédito mundial. Seguiremos en otra ocasión sobre esto mismo.