Rusia ha lanzando más de 1.100 misiles en Ucrania desde el inicio de su invasión el pasado 24 de febrero, indicó este lunes un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa de EE.UU., que no ha podido confirmar el disparo de proyectiles hipersónicos por parte de Moscú.
En una llamada con periodistas, el responsable del Pentágono dijo que su país no ha sido capaz de verificar el uso de misiles hipersónicos, aunque no descartó que sea posible.
El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó el domingo que sus fuerzas habían vuelto a disparar misiles hipersónicos Kinzhal para destruir “un gran almacén de combustible y lubricantes” en la localidad de Konstantinovka, en el sur de Ucrania.
Se trataría del segundo uso confirmado de los Kinzhal en Ucrania y en el mundo, que antes Rusia solo había utilizado durante ensayos militares.
Kinzhal (Daga en ruso) es un misil hipersónico de alta precisión con un alcance de más de 2.000 kilómetros y una velocidad diez veces mayor que la del sonido.
El funcionario de EE.UU. subrayó que si esas informaciones fueran ciertas, “¿por qué necesitarían (los rusos) disparar un misil hipersónico desde no muy lejos para golpear un edificio?”
Aventuró que el uso de ese tipo de proyectil podría ser porque los rusos se están quedando sin municiones guiadas de precisión y tienen que recurrir a otro tipo de armas.
“O puede ser que quieran mandar un mensaje a Occidente y también a Ucrania para lograr algún tipo de ventaja en la mesa de negociaciones, pero desde la perspectiva militar no es muy práctico usar misiles hipersónicos ahí”, destacó.
El funcionario agregó que por el momento Rusia se están centrando en atacar el este de Ucrania, tanto el noreste como el sur, más que el oeste.
Bombardeo ruso mató en Járkov a sobreviviente de los campos de concentración nazis
La Fundación de los antiguos campos de concentración nazis de Buchenwald y Mittelbau-Dora lamentó la muerte en un bombardeo en la ciudad ucraniana de Járkov del vicepresidente del Comité Internacional Mittelbau-Dora, Boris Romanchenko.
“Según hemos sabido por sus familiares, nuestro amigo Boris Romanchenko, que sobrevivió a los campos de concentración de Buchenwald, Peenemünde, Dora y Bergen-Belsen, murió el pasado viernes en un ataque con bomba contra su edificio de viviendas en Járkov. Estamos profundamente conmocionados”, informó la fundación a través de su cuenta de Twitter.
El edificio de varias plantas en el que vivía Romanchenko, de 95 años de edad, fue alcanzado por un proyectil, según precisó su nieta de acuerdo con el mensaje.
“Romanchenko se dedicó intensamente a recordar los crímenes del nacionalsocialismo y era vicepresidente del Comité Internacional de Buchenwald-Dora”, señala la fundación.
En tanto, el presidente de la administración estatal en la región de Járkov, Oleg Sinegubov, informó a través de su cuenta de Telegram que la pasada noche se produjeron 58 ataques con artillería, morteros y lanzacohetes múltiples sobre la zona por parte de las fuerzas rusas.
Los equipos de rescate están ahora limpiando las zonas bombardeadas de escombros y desactivando los artefactos sin detonar, señaló, y agregó que los artificieros desactivaron una bomba de aviación FAB-500.
Por otra parte, indicó que las autoridades están trabajando en restablecer la comunicación y lograr el retorno de seis personas -cinco conductores y un médico- que acompañaban un convoy humanitario secuestrado por las tropas rusas cuando se dirigía a Vovchansk.