El año nos pinta grave
por la pandemia mundial,
de propagación total,
por el candado sin llave
de un gobierno que no sabe
al enfermo dar cobijo,
ni para el padre o el hijo.
Y si este mal nos conmueve,
la corrupción llueve y llueve:
del dispendioso Tren Maya
al beisbol del Guacamaya.
Este gasto es muy impío
pero las arcas… de Pío.
Mientras, falla electrizante
que se funde y paraliza
a la ciudad que desliza
su contagio al restaurante,
deja a millones sin Metro
con poco transporte “retro”
cuando no de caminante
y de esa calamidad
con mañanera constante,
nos ocultan la verdad.
Los hospitales ahítos
las vacunas… de promesa
el discurso, puros mitos,
con poco pan en la mesa
entre tanto el gran Gatell
en auge de su cartel
cena churrasco en La Boca
y los dineros se escurren
en el gasto de dos Bocas
y el nuevo virus se aloca
aunque los doctos discutan
si es mala la nueva cepa,
aunque en verdad nadie sepa
cuantos ahora disfrutan
de la vacuna influyente
que se quisiera incluyente
Y para frenar espacio
a mala murmuración
por chueca administración
del fármaco curativo,
Jesús se pasa de vivo
y se exhibe contagiado
como el hijo del vecino,
al pan, pan y al vino vino,
pero pocos se han tragado
esos amagos morales
en el Zócalo o Portales.
En la tierra de Vicente
la dieron candidatura
a un rijoso inconsecuente
cuya mala catadura
de violento abusador,
se sabe de antecedente;
atrabiliario y violento,
vil borrachín irredento
que nos confiesa sin pena,
yo me le monté a “Morena”
Pero rubia o pelirroja,
el verriondo senador
para nada se acongoja
pues tiene a su defensor
que le cubre las espaldas
mientras él arranca faldas.
Es la marca de la casa
la ley para el enemigo;
y no hay mucho por hacer:
la gracia para el amigo,
cuando la verdad se tasa
sin el error deshacer,
ni el delito castigar
y la mala fe premiar,
pues cualquier acusación
se adjudica a la intención
de recuperar la causa
neoliberal, reaccionaria
y no a la muy ordinaria
búsqueda de redención.
Si no fuera suficiente
tragedia el transformador,
el Metro se descarrila
en la estación de La Paz,
porque entre tanto incapaz
la paciencia se obnubila
y oculto en el accidente
se nos pierde el violador.
Nos hablan del sabotaje,
de la vejez, del aceite,
pero no encuentro deleite
en tan triste maridaje:
la austeridad neuronal,
daña a todos por igual
en este demente viaje
de ineptitud tal por cual
A este tiempo descompuesto
le urge mucho un pedagogo,
esta enfermo y por supuesto,
en manos del demagogo.
Lo mismo ocurre en el norte
donde al Congreso se ataca
con el aval y el soporte,
del broncudo presidente
que imita bien al Barzón
de conducta impertinente.
Ante tan grave asonada
la Nación se despereza
se revuelve acongojada:
y con cuidada presteza
repudia bandera enana
de república banana
Nancy Pelosi es capaz
de practicar juicio fino
para frenar al cretino,
al populista mendaz
de merecido destino:
la soledad y la nada
con seguro alojamiento
en un establecimiento
en Palenque o la Chingada
donde se encuentra su amigo
siempre dispuesto y contento
para regalarle un higo,
con mucho comedimiento
de Marcelo al rey del cuento.
Todo cuento tiene un rey
pero este caso lo abarca,
de las reses el monarca
casi siempre sale buey.
No se encuentran soluciones
ante tan grave estulticia,
el poder y la sevicia
nos cortan los espolones,
pero una esperanza asoma
para ganarle elecciones
a quien los males no doma,
porque el virus ya retoma
de la infección el estruendo
y no hay mucho dividendo
en los tuis y aplicaciones.
Hagan pues tenaz esfuerzo
las alianzas con refuerzo
porque al paso de las cosas
no cultivaremos rosas,
sino ramos de mastuerzo.
Así nos hemos perdido
en vereda sin sentido,
si se incendia un pastizal
emiten un confundido
boletín de papasal:
todos estos apagones
son por oscuros ladrones
de herencia neoliberal
causante de todo mal,
porque quieren negociar
con la energía popular;
nos ofrecen disneylandia,
pero son de “malolandia”.
Son perversos esos de antes,
son corruptos y clasistas
hijos del averno; diantres,
quieren hallar privilegios,
son perversos, son racistas,
y para colmo pedantes,
mal entonados arpegios
Pero todos sembraremos
los votos de la virtud,
boleta y similitud
de programas, hallaremos
y cuando otra vez ganemos,
no tendremos inquietud,
para el cambio prometido
todo quedará concluido;
precisión, exactitud.
Todo es cosa de paciencia,
pero también de insistencia
de la energía monopolio,
del petróleo poca ciencia;
del castrense oligopolio,
del soldado coa y fusil,
para Bidden el misil
muelle y aduana al marino,
el aeropuerto al sobrino,
la caja registradora
a la culta historiadora.