CAMBIO DE RÉGIMEN
Frente a la incertidumbre que ha generado la pandemia del COVID-19 en todo el mundo, el Tratado México, Estados Unidos, Canadá – T-MEC – que entró en vigor el pasado 1 de julio, da certeza al rumbo de la economía de México y de la región de la que formamos parte. Es esta claridad de rumbo para la economía mexicana y con un enfoque de justicia social, lo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmará en su próxima visita a Washington.
Por momentos, durante el proceso de su negociación, parecía que se cancelaría la posibilidad de un tratado de libre comercio entre nuestros países, después de 26 años de balances positivos para las tres economías. El Presidente Trump se mostraba opuesto a su renovación. A muchos sorprendió que el presidente electo López Obrador comprometiera todo su apoyo para la culminación exitosa de las negociaciones. En medio de un mundo volcado hacia el proteccionismo, un hombre de izquierda se comprometía con el libre mercado y la globalización. Estos dos presidentes estrecharán la mano dentro de pocos días.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 89, las facultades y obligaciones del Presidente de la República. Entre éstas se encuentra la de dirigir la política exterior de México y la de celebrar tratados internacionales. Las vistas o reuniones internacionales que el Presidente López Obrador lleve a cabo durante su gobierno, pocas o muchas, virtuales o presenciales, tendrán el objetivo de promover y afirmar nuestros intereses y cooperación a nivel mundial. El objetivo puntual de esta visita oficial es la promoción de los intereses mexicanos, en este caso económicos y comerciales.
Es una buena noticia para México contar con un instrumento como el T-MEC, que fomenta el libre comercio basado en reglas claras, que brinda certidumbre jurídica a las inversiones, procura el cuidado del medio ambiente y, sobre todo, que permite generar nuevas fuentes de empleos para los mexicanos en condiciones de mayor justicia laboral. Las nuevas disposiciones incorporadas en este tratado establecen el marco jurídico necesario para crear estas condiciones con claros beneficios para el país.
Sin embargo, el T-MEC no es la panacea ni el único ingrediente que requiere nuestra economía para crecer. Existen asignaturas pendientes, que a su vez obstaculizan el potencial económico de nuestro país, estos temas los analizo en mi nuevo libro “4T-MEC: el Tratado, orígenes, retos y oportunidades”. Aquí identifico los retos y oportunidad en la implementación del Tratado México, Estados Unidos, Canadá y subrayo acciones concretas que habremos de promover a fin de potenciarlo. Los invito a leer cada semana, en mi página https://ricardomonrealavila.com/4t-mec/ un capítulo del libro, empezando por el contexto histórico del Tratado.
La implementación del Tratado, es un esfuerzo que demanda un trabajo coordinado y un diálogo constante entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá así como con los sectores privados de los tres países. La visita del Presidente López Obrador a Washington se enmarca en este contexto y promueve los intereses de México para lograr los resultados esperados: un crecimiento sostenido y equitativo para nuestra economía.